El arzobispo de Puebla, Víctor Sánchez Espinosa, pidió a los poblanos no caer en la tentación de hacer justicia por propia mano y linchar a delincuentes, y llamó a los católicos a orar para que las autoridades puedan inhibir estas acciones.

Tras los linchamientos en el municipio de Cohuecan, el ministro lamentó que la inseguridad que se vive en Puebla haya llegado al grado que los ciudadanos en su intención de protegerse de la delincuencia estén buscando castigar a los criminales.

El jerarca de la Iglesia Católica advirtió “No debemos llegar a eso y lamentablemente se han presentado varios casos no solo Cohuecan, sino que hubo otros como Tehuacán, Acatlán. Precisamente cuando no se toman cartas en el asunto es cuando la misma ciudadanía se hace por propia mano, no debería pasar eso”.

Sánchez Espinosa llamó a las autoridades a escuchar a los ciudadanos y ser sensibles, pues en ocasiones son los delincuentes quienes se encuentran protegidos al contar de inmediato con un abogado de oficio.

Señaló que el papel de las autoridades es invitar a las comunidades para que no se hagan justicia por su propia mano que confíen  en las autoridades, que denuncien.

“No debe perderse la gobernabilidad y las autoridades deben escuchar porque a veces los afectados resulta que son los delincuentes, y al delincuente lo ponen inmediatamente abogados de oficio y esto enardece a la gente”.

Reiteró su llamado a la población para que no se hagan justicia por su propia mano, que hay autoridades, y que estas últimas hagan caso.

Recordó que la Iglesia Católica pide el respeto a la vida y nadie tiene el derecho a quitársela a un semejante.

Reiteró que este tipo de acciones que se presentan son lamentables y se debe a que la gente no se siente segura y una forma de frenar la inseguridad es que la gente denuncie, que no se quede callada.

Comentó que él ha pedido a sus sacerdotes que si saben de un hecho grave que esté pasando, que se lo informen para que él personalmente lo comunique a las autoridades, y reconoció que le han hecho caso.

El Arzobispo de Puebla dijo que la inseguridad se presenta en los diferentes puntos de la Arquidiócesis, y llamó a no caer en la ingobernabilidad ni la creación de las guardias comunitarias.

Insistió en que debe trabajarse para que se terminen los tiempos de violencia en el país, que Puebla sea un estado seguro.

Linchamientos una herencia

La ex diputada local, Socorro Quezada Tiempo, manifestó que el problema de los los linchamientos, tiene años incubándose en Puebla. El pasado Secretario General de Gobierno Diódoro Carrasco, jamás tomo en serio la realización de protocolos de actuación.

“Su servidora hasta realizó un exhorto al propio Diódoro, pero jamás se dictaminó. Tenemos una recomendación de la CNDH por los hechos de Ajalpan, y nunca hubo una explicación a todas y cada una de las recomendaciones”, sostuvo quien fuera la dirigente estatal del PRD.

Precisó “Por ello celebro que el Gobernador reconozca la problemática y vaya a los lugares en donde ocurrieron los hechos".

La ex diputada señaló que además Miguel Barbosa debe instruir a su equipo a revisar todo sobre estos horrendos crímenes e investigar a medios de comunicación que incitan a ello. Contratar profesionales para que estudien el fenómeno y realizar las acciones necesarias y suficientes para enfrentar estos horripilantes hechos.

“Tampoco puede haber impunidad, los criminales incitadores, se esconden en las masas amorfas, cansadas de delitos que se cometen en sus poblaciones y de la inacción de las autoridades correspondientes. Pero abusan del anonimato para cometer estos espeluznantes crímenes, en donde muchas de las veces, son inocentes los que linchan”.