Con la participación de cerca de 2 mil comerciantes, en la Plaza de la Concordia de San Pedro Cholula, vecinos del municipio y poblaciones aledañas acuden para participar en la milenaria tradición del ‘trueque’, donde el dinero pierde su valor y se intercambian productos de primera necesidad.

La tradición dicta que para realizarse el trueque, debe existir una negociación entre los comerciantes y las personas que acuden a hacerse de algún producto, en este diálogo se determina que el valor de cada artículo, para que así el cambio sea equitativo.

En este sentido, Gaudencia Gerónimo Herrera, mercader del trueque que ofrece tazas, cazuelas, platos y de más artículos de barro, narró que lleva 15 años participando en esta tradición en honor a la Virgen de los Remedios; sin embargo, manifestó que en ocasiones algunos poblanos que acuden al trueque ofrecen ropa o artículos en mal estado, lo que propicia que no se pueda negociar.

Gaudencia Gerónimo dijo: “Es bonito, nada más que a veces si traen cosas pero que ya no están buenas, cosas ya muy feas (…) yo lo que recibo es despensa”.

Los comerciantes instalados en la plaza principal de San Pedro Cholula ofertan artesanías de palma, artículos de barro, madera y piedra, ropa, cacahuates, manzanas, durazno, chiles de todo tipo, resinas, acocotes, vainas, plantas medicinales, bolsos, collares, anillos y pulseras.

Jorge Morales, productor de frutos y quien también participa en la vendimia, explicó que es una de las tradiciones más esperadas en el año, comentó que lo esencial es no olvidar que se trata de un simple intercambio, y que no debe existir una ambición de por medio.

Agregó que es una costumbre heredada desde los bisabuelos y estos a su vez la fueron aprendiendo de una generación a otra, de ahí la importancia de preservar la tradición y que cada vez, más poblanos se sumen intercambiando despensas con aceite, frijol, arroz, leche, aceite y sopa.

Tradición milenaria

El trueque se lleva a cabo en el marco de la feria de Cholula, el principal objetivo del intercambio es para agradecer a la Virgen de los Remedios por los milagros y buena fortuna recibida durante el año, de ahí que se llevan productos de sus lugares de origen para intercambiarlos sin un valor monetario.

Esta tradición que data de la época prehispánica, pues Cholula desde aquel entonces era considerada un centro ceremonial, religioso y comercial.