El número de antílopes tibetanos que migraron de la reserva natural Hoh Xil (Kekexili), ubicada al noroccidente de China, después de dar a luz a sus crías ha registrado un incremento sostenido, informaron las autoridades locales.

Todos los años, entre finales de mayo y principios de junio, decenas de miles de antílopes tibetanos hembras en estado de embarazo llegan al lago Zonag de Hoh Xil, conocido como la "sala de parto" de esta especie. Luego de dar a luz en agosto, migran de nuevo a sus hábitats junto con sus crías.

La temporada de migración del antílope tibetano de este año concluyó recientemente. Las estadísticas de la estación de protección en la reserva natural indican que fueron registrados un total de 6.627 ejemplares.

Gracias a los esfuerzos más intensos para proteger el medio ambiente como la prohibición de la caza furtiva en la reserva natural, el número de antílopes tibetanos que vuelven a migrar muestra una tendencia general al alza, indicó Tsering Samdrup, director de la división de publicidad de la oficina de administración de Hoh Xil.

Entretanto, se mantiene el trabajo para restaurar la población local de esta especia. Para garantizar su migración fluida, la oficina de administración de Hoh Xil adoptó varias medidas, entre ellas el patrullaje frecuente y la creación de equipos de pastores guardianes.

Los antílopes tibetanos se encuentran principalmente en la región autónoma del Tíbet, la provincia de Qinghai y la región autónoma uygur de Xinjiang. La especie está bajo protección estatal de primera clase en China.

Su población disminuyó bruscamente de 200.000 a menos de 20.000 debido a la caza ilegal en los años ochenta del siglo pasado. La misma se ha recuperado gracias a las medidas adoptadas para mejorar su hábitat y la prohibición de la caza ilegal.

En julio de 2017, Hoh Xil se convirtió en patrimonio de la humanidad y hoy día es el hogar de unos 60.000 antílopes tibetanos.