El keniano Eliud Kipchoge, de 34 años, ha entrado en el olimpo tras la proeza de correr por primera vez un maratón en menos de dos horas en Viena. La marca (1:59:40) destroza una de las barreras más legendarias de la resistencia humana.

Este récord no será oficial ya que no se cumplen las condiciones de la Federación Internacional de Atletismo (IAAF), aunque la marca quedará en la historia del atletismo.

En cualquier caso, el récord mundial oficial para los 42.195 kilómetros sigue en manos de Kipchoge con 2:01:39, alcanzado en el maratón de Berlín del año pasado.

 

Su nombre ya está en el altar de los grandes fondistas de la historia, como Emil Zatopek, Abebe Bikila, Haile Gebrselassie o Henry Rono.

El idilio del corredor keniano con el maratón no viene de muy lejos. De hecho, sus primeros cuarenta y dos kilómetros en competición fueron en 2013, cuando ganó en Hamburgo, Alemania.

Antes, sus mayores éxitos habían sido un bronce en los Juegos Olímpicos de Atenas 2004 en 5 mil metros y dos platas en el Mundial de 2007 de Osaka y los Juegos de Pekín 2008, también en la misma distancia.

El récord mundial en Berlín del año pasado había sido hasta ahora la cima de la trayectoria deportiva de Kipchoge, un atleta que no renuncia a sus orígenes de niño sin recursos.

Sigue viviendo en Kenia y no hace ostentación alguna del dinero que gana con sus victorias en todas las pruebas internacionales. En algunas ocasiones ha asegurado que lo único que necesita para ser feliz es una zapatillas deportivas y tiempo para correr.

Con información de EFE