Al advertir que desde el primer día de su gestión existieron voces “críticas” para desestabilizarla sin darse cuenta del daño provocado a Puebla, pero sus propósitos fallaron, la alcaldesa, Claudia Rivera Vivanco admitió que tuvo errores técnicos pero jamás éticos, además advirtió que durante los siguientes dos años será el año de su consolidación de régimen.

En compañía del gobernador Luis Miguel Barbosa Huerta, la alcaldesa priorizó el trabajo conjunto con el ejecutivo entre ambas administraciones desde que el ejecutivo tomó las riendas del estado en cada uno de los rubros sociales, pero sobre todo en acciones de seguridad.

Reiteró que la reconciliación es uno de los puntos medulares en la columna vertebral de su gobierno y el de todos los presididos por el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena).

Desde el primer día de la administración, subrayó que entendió que al no pertenecer a un grupo político de antaño implicaba enfrentar resistencias fuertes a la cuarta transformación, no obstantes continúan en la alcaldía de acuerdo a la ruta trazada.

“Estamos más fuertes que nunca; en estos doce meses han querido desequilibrar mi gobierno sin darse cuenta que han querido desequilibrar Puebla, han querido deslegitimar mi mandato, pero no han podido porque es totalmente legítimos”, precisó.

Además puntualizó que ante las calumnias recibidas; al igual que ante la mentira, los hechos y ante el insulto la prudencia de alguien que conoce que lo único verdaderamente trascendente es la ciudad y la humildad de los habitantes para trabajar con resultados.

Rivera Vivanco valoró que en el Ayuntamiento de la Angelópolis se terminó el abuso y el saqueo de las arcas públicas como ocurrió en el pasado.

Aclaró que su administración no ha hecho menos obras y acciones a favor de los ciudadanos que los gobiernos anteriores, pero sí han desarrollado los proyectos con menos recursos.

Se le quieren colar; los desecha

Al referirse a los grupos políticos que han querido entrar a su gobierno a través de la seducción política para mantenerse en el poder, estimó que se trata del gatopardismo electorero, al ejemplificar que le sugirieron hacer una operación política para no tener resistencia a su gobierno; mientras los del otro grupo le insinuaron entregar dadivas, prebendas y favores, pero no los aceptó por privilegiar el decálogo de Morena.

“Ellos únicamente buscan la reinstalación del régimen pasado de la corrupción y a los segundos se le ha evadido porque su pesimismo no cabe en la revolución de consciencias que genera Morena”.

Especificó que el gatopardismo intentó incidir directamente en su gobierno, pero frenaron su intentona y ahora son los principales detractores de la administración municipal.

Bajo ese panorama de cinismo político, subrayó que esos profesionales de la corrupción querían mantenerse lucrando con el dinero del pueblo, por estar acostumbrados a cobrar millones de pesos a través de supuestas asesorías como consta en los registros financieros del Ayuntamiento, pero ahora no tienen ni tendrán cabida.

Se acercaron desde el inicio de la administración, reveló a vendernos sus saberes del antiguo régimen, a todos se les escuchó sin prejuicio y se comprobó que los profesionales de la corrupción querían continuar lucrando con el dinero del pueblo acostumbrados a cobrar millones y hoy se han vueltos los mayores detractores de la administración morenista porque no hay nadie que pueda molestarse más, pero odian más al gobierno porque han perdido la forma de mantener sus
privilegios.