Al conocer que apenas el 20 por ciento de las y los niños en etapa escolar de Perú lograban comprender lo que leían, José Alberto Cabana Kojachi –mejor conocido como Pepe Cabana- decidió emprender una ardua labor para fomentar la lectura en los menores, hecho que le ha brindado la oportunidad de recorrer gran parte del planeta.

La manera en la que Pepe Cabana encontró para promover el hábito de la lectura, fue a través del Kamishibai (teatro de papel) técnica de origen japonés, en entrevista para Intolerancia Diario narró que en esta tarea como gestor cultural, también quiso plasmar parte de su historia y sus orígenes Peruanos y Japoneses.

Comentó: “Me cautivó mucho el primer encuentro que tuve con el Kamishibai, porque una de las manifestaciones que tuvo el Kamishibai en Japón, y bueno se sigue haciendo, era que lo hacían personajes urbanos, había como vendedores de golosinas que a cambio de la venta de golosinas, ellos te contaban las historias”.

Al quedar deslumbrado por esta técnica, a Pepe Cabana le tomó entre ocho y 10 años prepararse e investigar a profundidad este arte para que un día decidiera pararse frente a un público, a partir de ahí, el ilustrador ha recorrido tres continentes con la misión de contar historias, fomentar la lectura y también para hacer a chicos y grandes partícipes del Kamishibai.

Al respecto, Pepe Cabana comentó que el Kamishibai es sin duda un recurso de última generación, “la gente dice: ¿Cómo eso (el kamishibai) va a ser de última generación? Claro, esto no necesita energía solar, no necesita WiFi, no necesita baterías, es el corazón y la mente”.

Para el Kamishibai no hay límites

El gestor cultural oriundo de Perú, explicó que el Kamishibai si bien lo ideal es que lo comiencen los niños de 4 a 5 años, esto no limita al resto de niños, niñas, adolescentes y adultos para practicarlo.

“Lo pueden hacer desde los más pequeños, porque yo considero de los 4 hasta 5 años en adelántate (…) y no hay límites, yo he visto personas de 80 y 90 años haciendo Kamishibai y me quedé maravillado, es en realidad para todos”.

Pepe Cabana describió al Kamishibai como un buen recurso para adquirir confianza y la facilidad de desenvolvimiento, “es un trabajo realmente maravilloso que se puede adaptar y desde esta técnica contribuir mucho a la educación y sobre todo en el fomento de la lectura, y es una lectura para compartir, no es para uno solo, siempre tienes que tener en frente a alguien”.

Acerca de la ayuda brindada de diferentes organizaciones o los propios gobiernos de los diferentes países que ha visitado, el gestor cultural señaló que, “se han conseguido cosas que han trascendido (…) yo no diría falta de apoyo, más de bien falta de difusión”.

Pepe Cabana recordó que sus intervenciones en Perú, las realiza en los recreos de las escuelas, para ello ingresa a las instituciones a bordo de una bicicleta, y tocando unas tablitas de madera invita a los chicos a acercarse para disfrutar del Kamishibai, “el impacto que se genera es muy grande, y es una forma de promover la cultura”.

Finalmente, confesó que ahora su sueño es que para la conmemoración de los 200 años de la independencia de Perú -misma que se cumple en 2021- espera llegar también a las 200 representaciones de Kamishibai en escuelas