Las autoridades iraquíes dijeron hoy que el número de muertos por una nueva ola de protestas nacionales por el desempleo, la corrupción y la falta de servicios públicos subió a 74, con más de 3 mil 600 heridos.

Ali al-Bayati, miembro de la Alta Comisión Independiente de Derechos Humanos de Irak, dijo que los enfrentamientos entre manifestantes y fuerzas de seguridad del 25 al 27 de octubre dejaron 74 muertos.

Comentó que la mayoría de las muertes fueron causadas por disparos de guardias de los partidos políticos cuando manifestantes atacaron sus oficinas, además de asfixia por gas lacrimógeno.

También dijo que 3 mil 654 manifestantes y elementos de seguridad han resultado heridos, en su mayoría por gas lacrimógeno, aunque casi todos han sido dados de alta de los hospitales.

Durante los tres días de protestas, individuos que querían desviar las manifestaciones de su carácter pacífico quemaron 90 edificios de gobierno, partidos políticos y privados, añadió.

De acuerdo con Al-Bayati, las fuerzas de seguridad utilizaron gas lacrimógeno, agua caliente, bombas de sonido y porras para dispersar a los manifestantes durante los enfrentamientos en Bagdad y otras provincias.

Cientos de manifestantes protestaron hoy en la plaza Tahrir, centro de Bagdad, al este del río Tigris, pero el número aumentó para la noche, dijo una fuente del Ministerio del Interior.

Las manifestaciones de hoy fueron más tranquilas que las de los últimos dos días, dado que hubo pocos intentos para atravesar el cercano puente de Al-Jumhouriyah para alcanzar la Zona Verde, en la que se encuentran las principales oficinas del gobierno y algunas embajadas, añadió la fuente.

Con información de Xinhua.