RESA empresa administradora del relleno sanitario de Chiltepeque, desarrolló proyectos reales para el trabajo puntual del tiradero por más de ocho años a la celda C2, pero la proyección de vida útil es superior a las tres décadas de actividades diarias.

El Director de Operaciones del Relleno Sanitario, José Luis García, reveló que se ha puesto a trabajar la planta de separación de residuos con una capacidad de mil toneladas diarias, a través de la implementación de planes técnicos perfectamente estructurados de la nave y del brazo robotizado para la dosificación de porciones de basura y otros desechos que todos los poblanos y visitantes arrojan a las bolsas y contenedores.

Además valoró la puesta en marcha de la planta de trituración de residuos con la que se logró incrementar la capacidad de separación de residuos a 150 toneladas de materia prima y de combustible alterno comprometidos para el funcionamiento de la planta CEMEX.

Las faenas se eficientarán también con la compactadora de residuos sólidos, Bomag para alcanzar la compactación de una tonelada, entre el equipo comprado se notan tres pipas para trasladar agua tratada y los lixiviados, cada unidad tiende una capacidad de 10 mil litros, el nuevo tractor D8R se empleará en la operación de residuos y el tractor D8N tiene una capacidad de resistencia superior a las 40 toneladas.

"Entre las implementaciones tecnológicas están una planta de captación, conducción y quema, que produce un promedio mensual de 64 mil 636 metros cúbicos de biogás reduciendo puntualmente las emisiones de gases efecto invernadero nocivas para el medio ambiente", acentuó José Luis García.

Advirtió que pese a que el relleno sanitario de Chiltepeque cuenta con un programa de generación de energía interno desde hace dos años, no han podido expandirlo a otras zonas del municipio porque en México es complicado obtener los permisos de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) para desarrollar y detonar acciones, además de ser un proyecto muy costoso a diferencia de países globales con otro tipo de economía.

Lamenta burocracia 

A lo largo de la presentación de los trabajos desarrollados en Chiltepeque, refrendó, que RESA está preparada para generar energía eléctrica, además, ya se suministra para el funcionamiento interno del tiradero con el auto consumo y operatividad de las estructuras del inmueble.

Reiteró que es complejo apuntalar el proyecto para suministrar electricidad a los habitantes de colonias vecinas y al alumbrado público como la firma ha intentado años atrás.

Consideró que el mercado para competir en la venta y el suministro de energías renovables en México, tiene obstáculos difíciles de librar como SENASICA y la propia CFE, al complican en cada movimiento burocrático las autorizaciones para ejecutar el proyecto del biogás.

El mercado no es viable en este momento, subrayó, se ponen varias acciones oficiales para recibir los permisos en la producción de energías limpias para ejecutar el proyecto.

Ante ese panorama insistió que es complejo comprar los permisos a la Comisión Federal de Electricidad, pero los recursos para echar a andar el proyecto son exageradamente caros por las políticas internas nacionales, que en otras naciones son una realidad.

El relleno sanitario auto consume energía desde hace dos años, pero no sé ha logrado ampliar la línea de suministro porque este sistema del biogás es muy caro por la dotación de generadores que deben adquirirse.

Precisó que RESA cuenta con todas las herramientas técnicas como chimeneas, quemadores y hasta los costosos generadores están dispuestos para ejecutar el proyecto en cualquier momento, incidiendo en primera instancia a varias colonias a la redonda del relleno sanitario, pero los permisos federales engorrosos impiden momentáneamente hacer realidad el suministro de energía limpia a la población.