El arzobispo de Puebla, Víctor Sánchez Espinosa, reconoció que será el martes cuando se analizará la posibilidad de suspender la Procesión Penitencial de Viernes Santo que congrega a 150 mil personas, lo que podría depender de declarar la fase 2 del Covid-19, e indicó que las misas dominicales también podrían cancelarse.

En entrevista al terminar la misa dominical, el ministro indicó que el martes se reunirá con el Comité Organizador para ver en qué situación se encuentra la contingencia, y analizar si se prosigue con la organización.

Dijo que la iglesia será responsable ante la situación que se vive no solo a nivel nacional, sino internacional para proteger a las personas.

Comentó que las misas entre semana que congregan a un menor número de personas se podrán seguir realizando si así lo piden los fieles.

En su caso, apuntó, la misa dominical que oficia, podría transmitirse por medios electrónicos para que los católicos la puedan seguir.

De escenificaciones como la de Pueblo Nuevo, comentó que no depende de la iglesia, pero también el párroco del lugar para que hable con los organizadores ya que en caso de llegar a la fase 2, se tendría que suspender.

Por otra parte recordó que desde hace dos semanas se cambiaron algunas de las reglas durante las ceremonias religiosas para evitar contagios, en tanto se mantiene la emergencia por la presencia del coronavirus en el territorio nacional y los riesgos de contagio, por lo tanto, el sacramento (la ostia) la tomarán los fieles con su mano, y ya no será dada en la boca por los ministros de los cultos religiosos.

Fue  un acuerdo de la Conferencia del Episcopado Mexicano, donde se incluye a la arquidiócesis de Puebla, en el cual toman medidas similares a las del año 2009 cuando se dio el brote de influenza en México, y para prevenir contagios se cambió una parte de la ceremonia.

La arquidiócesis de Puebla recomendó a todos los sacerdotes abstenerse de dar la comunión en la boca, y ahora se entregará la hostia en la mano de los fieles, esto dentro de las acciones de prevención.

 Se indicó que desde éste sábado ya se dio en la mano a los fieles, esto como una recomendación de las autoridades sanitarias.

Se aclara que  lo anterior no contraviene el rito católico e incluso es una práctica que se dio desde el siglo II de la era cristiana, pero que se había olvidado.

Expresó que ahora se recomienda a los fieles recibir el sacramento con la mano izquierda y tomarlo con la mano derecha, y esto incluso tiene un mayor simbolismo porque quien recibe la comunión “está sintiendo el cuerpo de Cristo con su propia mano”.

Asimismo, en los siguientes días el saludo de paz que se da tras la oración del Padre Nuestro, será con una reverencia y se recomienda a los fieles no dar la mano a fin de evitar contagios.

Explicó que  esta acción será durante el tiempo que sea necesario, pues se están tomando las medidas necesarias para evitar contagios.

Asimismo se informó que, como institución, la iglesia católica en Puebla va a colaborar con las autoridades estatales y federales promoviendo las recomendaciones para la prevención y atención de la gente.

Aclaró que si algún fiel pide que le sea dada la hostia en la boca, los sacerdotes lo harán, pero lo recomendable por el momento es que sigan las normas.

Indicó que a pesar de que hay gel antibacterial en todos los templos, el saludo de la Paz, que era de mano, ahora será por medio de una inclinación hacia la otra persona.

Se recordó que desde hace más de 30 años, como un símbolo de hermandad entre los hombres se pidió que los católicos se dieran la mano.

Ahora ante la contingencia sanitaria que existe, la arquidiócesis ha tenido que tomar medidas orientando a los files, expresando que estas acciones estarán presentes el tiempo necesario, pues hay que cuidar la salud de los católicos.

Asimismo se recomendó que  de ser posible se tenga gel antibacterial en la bolsa, que se laven las manos, eviten los cambios bruscos de temperaturas.