En un recorrido realizado por Intolerancia Diario en el primer cuadro de la ciudad se pudo observar un panorama complicado para algunos comerciantes quienes para tratar de recuperar algo de las ventas pérdidas durante estos meses de confinamiento, ocasionado por la pandemia, decidieron cambiar el giro, es decir, los productos que ofertan.

Así es el caso de Omar Cárdenas y su local ubicado en la 3 norte entre Reforma y 2 poniente, quien nos comentó que previo a la emergencia sanitaria se dedicaba a la venta de sombreros, gorras y distintos artículos para la temporada de calor y lluvia, ahora buscó una oportunidad para poder seguir adelante y no cerrar. Así optó por vender artículos sanitizantes como: gel antibacterial, alcohol, cubrebocas, caretas, entre otros.

"Tuvimos que mutar y comenzar a vender este tipo de insumos para poder solventar los gastos de la renta del local, luz, entre otros. La venta bajo al 100 por ciento y tuvimos que despedir a los 2 únicos trabajadores que teníamos" nos señaló Omar, triste por la situación.

Otros más han optado por reforzar sus medidas sanitarias al interior de sus comercios, para garantizar la seguridad de sus empleados y clientes, como lo ha hecho la tradicional panadería de "La Flor de Puebla"  quien colocó como medida sanitaria, lavamanos a la entrada del establecimiento y señalética donde se les pide a los clientes entrar con cubrebocas o careta así como mantener metro y medio de distancia entre ellos para seguir atendiéndolos con el servicio de siempre.

Ángel Chávez Castro trabajador del establecimiento, mencionó que durante la pandemia no han cerrado ni un solo día y no piensan hacerlo pese a la difícil situación que se está viviendo y que se refleja en las bajas ventas que han tenido.

"Para poder seguir con nuestras ventas hemos optado por hacer entregas personales haciendo uso de nuestros vehículos, hacemos varios viajes durante la semana para ir levantándonos" señaló Ángel Chávez.

Don Ángel finalizó haciéndonos mención que a pesar de haber sido testigo de varios momentos críticos en la historia de Puebla, es la primera vez que observa una situación tan cruda como la que estamos viviendo pero a pesar de ello no pierde la esperanza de que la panadería saldrá adelante ante dicha situación.

El panorama se tornó desolador. En las principales calles se aprecian cortinas cerradas y lonas con números telefónicos acompañados de la leyenda "se renta o se vende local" convirtiendo al centro Histórico, en un escenario lúgubre para los comerciantes que con tristeza seguirán bajando las cortinas ante la falta de afluencia, bajas ventas y cierres vehículares. Los gastos corrientes los han ahogado.

El presidente de la Canaco, Marco Antonio Prosperi, ha informado que por lo menos 40 por ciento de los negocios que se encuentran en el primer cuadro de la ciudad perecerán ante la crisis que generó el Covid-19.