El panista Miguel Dessavre advirtió que los llamados a la unidad que ha hecho la dirigente  estatal, Genoveva Huerta Villegas, están en duda luego de que siguen las presiones a comités municipales y miembros del partido que realizan trabajos profesionales para el instituto político, pero que no son afines a su grupo.

Señaló que en su caso ha recibido amenazas por parte de la dirigencia estatal por pedir que se le entregue el pago por sus servicios profesionales como director jurídico del Comité Municipal de la capital, donde fue dado de alta tras la ratificación del triunfo de Jesús Zaldívar Benavides por parte del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación.

Explicó que durante un año que duró el conflicto, él estuvo en el Comité Municipal, sin cobrar, e incluso aportando para los gastos de la operación del partido, como el recibo de la energía eléctrica, teléfono, e incluso pagar al personal de limpieza, sin embargo ahora ya formalizado el Comité, debieron pagárseles sus honorarios a partir del 15 de agosto, sin embargo la dirigencia estatal le quiere pagar a  partir del 15 de septiembre.

Comentó que a raíz de haber protestado,  la respuesta de la dirigente es que lo denunciará por violencia política de género, a raíz de un twitter que fue alterado.

Precisó que el problema es que este tipo de acciones se toman por no estar en su grupo, y recordó cómo de acuerdo a notas periodísticas se demostró que apoyaba financieramente a Eduardo Alcántara con contratos, a pesar de que aún el proceso interno, no había terminado.

Expresó que independientemente de la cantidad, que asciende a 25 mil pesos, es el trato que reciben  los panistas en la dirigencia estatal, que son atendidos en la calle o en el patio, cuando no pertenecen al grupo de Huerta Villegas.