Ante el sorpresivo cierre de calles con vallas en la 5 de Mayo entre la 4 a 8 Poniente-Oriente para "ayudar" a reactivar la economía, generó censura, inconformidad y enojo de los comerciantes establecidos en ese sector del Centro Histórico por la reducción del índice de ventas al 50 por ciento que ahora alcanzan, pero con la medida municipal no obtendrán recursos ni para pagar rentas. 

El enfado alcanzó también a los propios peatones porque caminarán más de lo normal para llegar a sus puntos de arribo. 

Las vallas instaladas impiden la libre movilidad del peatón y el acceso a negocios que estuvieron cerrados por la pandemia del Covid-19 que aún no tiene fecha de caducidad. 

Propietarios de los negocios de ese sector calificaron de "sin sentido" las nuevas normas instaladas este día sin previo aviso. 

"Exigimos la presencia de funcionarios para que resuelvan el problema, hacen lo que quieren y sin explicaciones; estamos inconformes porque somos personas que estamos trabajando y tratando de salir adelante en la reactivación económica".