La escritora colombiana Pilar Quintana ha sido galardonada con el Premio Alfaguara de novela 2021, dotado con 175.000 dólares (145.000 euros, aproximadamente) y una escultura de Martín Chirino, por la obra Los abismos, presentada con el mismo título y bajo el seudónimo de Claudia de Colombia.

El jurado, presidido por el escritor Héctor Abad Faciolince, y compuesto por las también escritoras Ana Merino e Irene Vallejo, la directora internacional del Hay Festival, Cristina Fuentes La Roche, el periodista y escritor Xavi Ayén, el librero de Nollegiu (Barcelona), Xavier Vidal, y Pilar Reyes (con voz pero sin voto), directora editorial de Alfaguara, ha declarado ganadora la novela por mayoría.

El jurado ha destacado que Los abismos «se adentra en la oscuridad del mundo de los adultos a través del punto de vista de una niña que, desde la memoria de su vida familiar, intenta comprender la conflictiva relación entre sus padres. Con el telón de fondo de un mundo femenino de mujeres atadas a la rueda de una noria de la que no pueden o no saben escapar, la autora ha creado una historia poderosa narrada desde una aparente ingenuidad que contrasta con la atmósfera desdichada que rodea a la protagonista. Con una prosa sutil y luminosa en la que la naturaleza nos conecta con las posibilidades simbólicas de la literatura, y los abismos son tanto los reales como los de la intimidad

En esta convocatoria se han recibido 2428 manuscritos, de los cuales 1293 han sido remitidos desde España, 419 desde Argentina, 259 desde México, 187 desde Colombia, 88 desde Perú, 74 desde Estados Unidos, 73 desde Chile y 35 desde Uruguay.

Los abismos

Una niña contempla con una agudeza y una sensibilidad extraordinaria el conflictivo matrimonio de sus padres. Entre la actitud desdeñosa y las confidencias imprudentes de ella y la amargura y el silencio obstinado de él, intenta construir la realidad que la rodea, conjeturando, adivinando, interpretando lo que no se dice, o lo que se dice a medias.

La vida de Claudia transcurre con normalidad en Cali, una infancia sin preocupaciones, como tantas otras, porque todas las familias felices se parecen. Pero como cada una es infeliz a su manera, de repente irrumpe en la ecuación alguien ajeno a ella que acaba con la armonía. Y entonces ocurre: la vida se convierte en otra cosa cuando se quiebra la línea recta del camino, desbaratada en favor de esos monstruos sin nombre, martilleos constantes hacia la agonía de sufrir cada minuto y acariciar los abismos, fríos, crueles, invisibles y despiadados.

Con el telón de fondo del estrecho universo femenino formado por mujeres acomodadas a su vida, que no pueden romper con una educación de otro tiempo, Pilar Quintana ha construido una novela intimista, con una voz narradora deslumbrante en su ingenuidad que, desde la memoria del hogar, conduce al lector por las obsesiones que pueblan la niñez de la que la protagonista se está despidiendo