Al cumplir 67 años de vida, la panista Ana Teresa Aranda Orozco se registró como aspirante a la candidatura a diputada federal por el Distrito XI con cabecera en la capital, y reconoció que por su edad será la última batalla, pero es necesario recuperar al país de la crisis en que vive.

En entrevista, la panista, recordó que hace 30 años llegó a la Cámara de Diputados cuando el Partido Acción Nacional era minoría, con sólo 89 diputados, sin embargo se lograron sacar importantes reformas que siguen vigentes, entre ellas al 130 constitucional para dar personalidad jurídica a las iglesias.

Otra propuesta fue al 104 constitucional en lo referente a la tenencia de la tierra lo que permitió hacer productivos los ejidos y terminar con la simulación.

Comentó que pese a las denostaciones de algunos, quien era el líder de la bancada fue Diego Fernández de Cevallos, pero se demostró que tiene que haber diálogo para poder sacar las reformas que se necesitan, y no caer en las imposiciones.

Aranda Orozco quien ya fue dos veces candidata al gobierno del estado, una por el PAN, y la otra por la vía independiente, señaló que a nivel nacional se requiere establecer equilibrios y contrapesos.

Comentó que lo que la impulsa a buscar la diputación federal, tiene que ver con la congruencia una vez que ha sido una luchadora, una guerrera luchando permanentemente por el país, y preocupada por lo que está ocurriendo, ya que México está en una emergencia y urgen esos equilibrios.

“Es necesario llegar al equilibrio para que el Ejecutivo no acabe con las instituciones, y siento que es como la última oportunidad que me va a tocar vivir para devolverle a México esa posibilidad de tener pesos y contrapesos”.

“Sé que por mi edad y aunque soy una persona muy sana, corro muchos riesgos, pues sólo vale la pena vivir por lo que uno está dispuesto a morir, y yo estoy dispuesta a morir por dejarles un mejor país a mis hijos y mis nietos, no me puedo ir así, cerrar los ojos y que las cosas pasen, y voy a dar lo que quizá sea mi última batalla en el ámbito electoral”.

Aranda Orozco insistió: “Soy una mujer que sigo viviendo mis convicciones, por eso no quise ser candidata de Morena, pues hay quienes pueden dar saltos mortales, caen parados, cambian de ideología como cambiar de calzones”.

“Yo no me veía en Morena, las mismas ganas que tenía de madrear a Peña Nieto las tengo de madrear a López Obrador, entonces como a qué iré a un sitio donde no comparto, no me voy a sentir integrada y tampoco voy a respetar lo que se merecen quienes han estado tanto tiempo, que merecían jugar por esas candidaturas, los de izquierda, no a los falsificadores de la izquierda que no tienen nada de ésta y por ello se meten ahí”.

Necesaria la alianza

Respecto a la alianza con el PRI y PRD, reconoció que ella no es muy partidaria de las alianzas, sin embargo, en estos momentos para poder rescatar al país se necesitaba encontrar coincidencias para logra esos contrapesos que se necesitan para frenar a un mal gobierno.

“Me encantaba que el PAN pudiera jugar solo, pero no hay de otra, no hay posibilidad para la oposición si se va solo, entonces hay una oportunidad de dar una batalla con otros con los que quizá puede haber diferentes puntos de vista en algunos temas, pero nos estamos poniendo de acuerdo en algo fundamental sobre lo que se ha decidido defender”, concluyó.