El pleno del Senado aprobó que a partir de ahora las autoridades educativas deberán prohibir la venta de “alimentos con bajo valor nutritivo y alto contenido calórico”, es decir, comida chatarra dentro y fuera de los planteles escolares.

Con 110 votos a favor se aprobó que se instalen puestos de “alimentos saludables, de preferencia productivos en el barrio, vecindad o región de cada plantel”.

Con esta reforma, las autoridades escolares deberán atender los criterios nutrimentales y las normas oficiales mexicanas expedidas por la Secretaría de Salud para contribuir en calidad y sanidad de los alimentos consumidos. 

Las escuelas también estarán obligadas a promover la prohibición de venta de comida chatarra en las inmediaciones de los planteles escolares.

“La escuela funge como un espacio de desarrollo íntegro de los infantes y jóvenes, y es por ello que la alimentación que se brinda de primera mano en las escuelas debe de estar encaminada a proporcionar a los estudiantes un beneficio nutrimental y a no ser una fuente de riesgo humano y sanitaria”, dijo el presidente de la Comisión de Estudios Legislativos, Manuel Añorve.