La empresa Orbital Assembly Corporation señaló que a partir de 2025 comenzará la construcción de la estación turística espacial Voyager, que tendrá capacidad para alojar hasta 400 personas.

El llamado hotel espacial, que podrá alojar tanto a turistas como a investigadores, implementará efecto de gravedad artificial, una solución tecnológica con la que pretenden superar el daño causado por la ingravidez en los músculos, huesos y, en general, en el organismo.

El proyecto será factible si llega a buen puerto la recolecta abierta de los empresarios, que buscan conseguir un monto de 23.4 millones de dólares a lo largo de este mes de marzo, aunque por el momento han recaudado 1 millón de dólares, según el anuncio del proyecto.

La estación espacial contempla acoplarse con naves como la Starship de SpaceX, con el objetivo de recibir y devolver carga y pasajeros.

El arquitecto de este nuevo hotel orbital, Tim Alatorre, atribuye los avances actuales en el uso comercial del espacio al hecho de que los lanzamientos sean mucho menos costosos: "No hemos visto un crecimiento explosivo de la actividad comercial en el espacio", dijo.

"El costo rondaba los 8 mil dólares por kilogramo durante mucho tiempo, pero con el Falcon se lo puede reducir a menos de 2 mil dólares. Cuando Starship esté en línea, solo costará unos pocos cientos de dólares", afirmó.

Sin embargo, este lanzamiento solo representa la menor parte de los gastos operacionales, mientras que para los turistas una estadía en la órbita no será barata.

Tanto si incluyen la opción de hacer caminatas espaciales como sin ellas, el viaje espacial recreativo seguirá siendo una opción solo al alcance para los millonarios, rondando su precio neto los 50 millones de dólares, según la estimación publicada en Fox Business.

Con información de RT.