El Papa Francisco viajó a la ciudad sagrada de Nayaf, Irak para tener una reunión de cortesía que trascendió con el líder ayatolá,  Alí Sistani.

Injusticias, asedios económicos y desplazamientos que sufren muchos pueblos de la región, especialmente el pueblo palestino en los territorios ocupados”, apuntó Alí Sistani referenciando al conflicto con Israel, fue uno de los comentarios clave en la conversación.

En el encuentro que duró 55 minutos no fue transmitido, sin embargo, se discutieron temas como las injusticias que vive el país Iraquí, criticaron la violencia y los comportamientos extremistas.

“No es digno que, mientras todos estamos sufriendo por la crisis pandémica, y especialmente aquí donde los conflictos han causado tanta miseria, alguno piense ávidamente en su beneficio personal. No habrá paz sin compartir y acoger, sin una justicia que asegure equidad y promoción para todos, comenzando por los más débiles. No habrá paz sin pueblos que tiendan la mano a otros pueblos. No habrá paz mientras los demás sean ellos y no parte de un nosotros. No habrá paz mientras las alianzas sean contra alguno, porque las alianzas de unos contra otros solo aumentan las divisiones” criticó el Papa sobre los comportamientos extremistas de la gente iraquí en los últimos años.

Hostilidad, extremismo y violencia no nacen de un espíritu religioso; son traiciones a la religión. Y nosotros creyentes no podemos callar cuando el terrorismo abusa de la religión. Es más, nos corresponde a nosotros resolver con claridad los malentendidos. No permitamos que la luz del Cielo se ofusque con las nubes del odio. Sobre este país se cernieron las nubes oscuras del terrorismo, de la guerra y de la violencia. Todas las comunidades étnicas y religiosas sufrieron” fue un comentario del papa Francisco.

Con información de El País