Las restricciones sanitarias derivadas de la pandemia por Covid-19, además del confinamiento casi lograron aniquilar las ventas de comerciantes del Centro Histórico el año previo que, durante el primer trimestre del año apenas alcanzan el 30 por ciento de la comercialización, con respecto al 100 por ciento de la vendimia del mismo periodo de 2020.

Las más de 18 mil unidades permanecen en "terapia intensiva" porque los recursos obtenidos no derivan en ganancias, únicamente para pagar salarios no así las erogaciones básicas como energía eléctrica, telefonía o rentas. 

El presidente del Consejo de Comerciantes del Centro Histórico, José Juan Ayala Vázquez, lamentó que los propietarios continúen absorbiendo deudas para evitar bajar las cortinas permanente. 

Refrendó que si cualquier negocio no tiene utilidades corre el riesgo de cerrar definitivamente, porque el nivel de ganancias únicamente es para pagar, pero no para adquirir nueva mercancía. 

“Se está pulverizando nuestro patrimonio, no nuestro negocio, nuestro patrimonio, acá en el centro estamos vendiendo el 30 por ciento de lo que vendíamos en las mismas fechas en el año anterior, es decir, no tenemos utilidades y estamos en 'terapia intensiva' miles de comerciantes en el Centro Histórico”, mencionó.

Estimó que si el comercio formal no recibe algún tipo de apoyo, se corre el riesgo de ver pulverizado el patrimonio, porque los negocios no encuentran el camino de enfrentar la crisis sanitaria y económica.

“Ante la necesidad que tenemos de trabajar para no seguir perdiendo empleos y cerrar lugares, tenemos la necesidad económica miles de personas en el Centro Histórico para seguir haciendo lo que hemos hecho por generaciones, que es trabajar promoviendo fuentes laborales”, reiteró Ayala Vázquez.

Ante ese panorama, lamentó que a poco más de 12 meses de la contingencia sanitaria ya bajaron sus cortinas de manera definitiva más de mil 500 negocios en el Centro Histórico. 

Advirtió que con ese índice de cierre, aproximadamente seis mil familias poblanas ya no cuentan con alguna fuente de ingreso por bajar la cortina  o por ser dependientes.