Ante la urgencia del retorno de alumnos a las aulas, desde preescolar al nivel superior, es necesario conocer en primera instancia el grado de conocimiento perdido por las secuelas que viene dejando la pandemia Covid-19 y los índices de estabilidad emocional de los profesores. 

Durante la mesa de trabajo "Recuperación del aprendizaje durante el cierre de las escuelas", los catedráticos de la Maestría en Pedagogía de la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (UPAEP), coincidieron que los chicos y chicas al ser el gran segmento de la población, es el grupo más afectado psicológica y socialmente por los estragos del SARS-CoV2. 

Pero este esperado retorno no puede ocurrir únicamente con un  simple regreso como si no hubiese ocurrido nada antes del explosivo 2020. 

El grupo de especialistas en educación refrendó que el primer paso es analizar cuál es el nivel de la reducción perdida en el avance académico de los estudiantes, además de cuántos jóvenes y niños ya no estarán de vuelta a las escuelas. 

Hasta este viernes 30 de abril se conoce que niños de tres años que no se encuentran matriculados en el preescolar es un gigantesco segmento de un millón 572 mil niños, están fuera de la escuela, 64.6 por ciento, precisó la catedrática en Pedagogía UPAEP, Jocelyn Mendoza

Pero este índice escolar se agrava, subrayó, cuando se observa que 700 mil jóvenes están fuera del nivel secundaria porque no se inscribieron por diversos motivos. 

Las cifras reveladas por el Inegi causan mayor incertidumbre cuando se avista que este gigantesco impacto del Covid-19 a la educación es de 36.9 por ciento de adolescentes que están fuera del nivel educativo, correspondiente al bachillerato. 

Pero el panorama dijo luce desolador cuando se ve que un  68.5 por ciento de jóvenes no se registraron en el ciclo escolar 2020-2021 en el nivel superior.