Ríos de personas cruzaron las principales calles del centro de la ciudad de Puebla para conmemorar el Día del Trabajo, en la primera manifestación multitudinaria desde hace cerca de 14 meses cuando llegó la pandemia de Covid-19.

Las exigencias son las de siempre, actuar sobre el detrimento económico ocasionado por las políticas neoliberales y una ola privatizadora que ha hecho que los trabajos sean menos y con salarios raquíticos.

La mayoría de los manifestantes fueron agremiados a la Unión Nacional de Trabajadores (UNT) y a la Unión Popular de Vendedores Ambulantes 28 de Octubre.

El dirigente de la sección 3 del Sindicato de Telefonistas de la República Mexicana (STRM), Marco Antonio Luna Montes, informó que participaron sindicatos como el SITIAVW, Sitaudi, Sitbuap y del Hospital para el Niño Poblano, así como del Frente Amplio Social Unitario (Fasu).

“Desde hace más de tres años reflejaban un proceso de desaceleración y un alto riesgo de recesión, lo cual es signo inequívoco de agotamiento del modelo neoliberal que ha traído consigo un aumento de la desigualdad, pobreza y desempleo, mala distribución de la riqueza, sistemas de salud precarios, aumento de la brecha educativa y digital y la precariedad de las personas de la tercera edad”, sostuvo.

Marchan sin miedo al Covid

Se calcula que más de 10 mil personas participarían en la tradicional marcha del 1 de Mayo, la cual tuvo que ser suspendida en 2020 cuando recién se presentaban los primeros casos de la enfermedad que cambió al mundo.

Ahora, la marcha se realizó en medio de una baja de casos de contagios, sin embargo la pandemia sigue latente.

En la marcha se apreció muy poco la sana distancia para evitar contagios, incluso hubo repartición de agua, tortas y refrescos sin la menor medida de sanidad.

Aunque la mayoría de los manifestantes portaban cubrebocas, se los bajaban o quitaban para poder gritar las demandas e incluso algunos, sobre todo jóvenes para escupir.