Tras detectarse irregularidades en la revisión de las cuentas públicas de algunos sujetos obligados, entre ellas omisiones e incluso facturas de empresas fantasma que facilitaron contadores contratados para el análisis de sus recursos, el Congreso del Estado podría reformar la  Ley de Rendición de Cuentas y Fiscalización Superior del Estado de Puebla, derogando el artículo 4 para desaparecer la figura de "auditor externo".

La iniciativa podría aprobarse en el tercer y último periodo ordinario de sesiones de la LX Legislatura, luego de que la propia Auditoría Superior del Estado (ASE) informara que algunas facturas de empresas fantasma fueron facilitadas por los propios auditores externos para que los sujetos obligados pudieran realizar la comprobación.

Fue la diputada María del Carmen Cabrera Camacho la que envió el documento que se encuentra en comisiones.

La legisladora expuso que la corrupción es causa de gran inquietud, tanto para los ciudadanos como para el Congreso y servidores que han buscado erradicar esta práctica, sin embardo, se ha detectado que mediante la figura de auditores externos se ha generado un sinfín de estos actos, dando como consecuencia que los ciudadanos tengan una idea fragmentada de lo que son los auditores, generando desconfianza en contra del gobierno y de la legislación.

En la argumentación presentada en el documento que puede consultarse en la página del Poder Legislativo, se recuerda que los auditores externos surgieron como auxiliares de la Auditoría Superior del Estado, por lo que sus funciones son las mismas.

“Sin embargo al existir demasiada corrupción en esta figura, se ha generado que sus dictámenes no sean imparciales, por lo que no contribuyen a fortalecer la gestión de sujetos de revisión obligados, sino que lejos de ello, vician el procedimiento de transparencia, además que en muchas ocasiones generan confusión, pues los resultados y dictámenes que emiten los auditores externos y los internos son contrarios”.

Señala que, actualmente, los auditores externos hacen una duplicidad de funciones, generan incertidumbre y no contribuyen a detectar conductas irregularidades por parte de los entes a auditar, por lo que al seguir erogando recursos públicos a esta figura jurídica, da como consecuencia que sea un gasto ineficaz.

“El fenómeno de la corrupción es un auténtico problema contra el que hay que luchar con la mayor determinación, es por ello que, se ha determinado que es necesario desaparecer la figura de auditores externos, pues se busca erradicar la corrupción desde la raíz, porque basta de privilegiar el beneficio personal de uno y los suyos a costa del bien común", reiteró.

Cabrera Camacho precisó en la iniciativa que con la finalidad de que exista armonía legislativa entre los ordenamientos que hacen referencia a la figura de auditores externos, se plantea su modificación para eliminar las obligaciones que los ordenamientos hacían a los aplicadores de la normar con relación a auditores externos, principalmente, aquellas normas que permitían a los entes fiscalizados de la administración pública la contratación de auditores externos.

Finalmente, explicó que  la derogación y reformas de las normas que se proponen en materia de auditores externos y su función para el proceso de auditoría por parte del ente estatal encargado, debe aclararse que no rompen o dificultan la función de la Auditoría Superior del Estado, toda vez que la función ahora recae, como en antaño, a la misma y en ese sentido se establece un transitorio segundo que obliga al Congreso a destinar los recursos necesarios para que se cumpla la función tan importante que representa la fiscalización y auditoría del uso de los recursos asignados a los entes fiscalizados.