Los 20 cuartos hechos de tablarroca, colocados en la explanada del Centro de Reinserción Social (Cereso) de San Miguel, quedaron convertidos en escombro.

En uno de estos sitios, el domingo 15 de diciembre de 2020, un interno asesinó a martillazos a su pareja sentimental, ambos sentenciados por el delito de secuestro.

Los nuevos reglamentos del penal de Puebla, que pretenden ser similares a los del Centro de Mediana Seguridad de Tepexi de Rodríguez, llevaron a prohibir los privados, cuartos que eran utilizados con fin de visita conyugal con un costo de 70 pesos por 6 horas.

Se trata de al menos 20 cuartitos de tres metros de frente, por cuatro de fondo, que fueron construidos por internos que lograron permisos especiales para tener su visita íntima, además de que después ellos los prestaban a otras parejas.

Son cuartitos donde sólo había una mesa de madera, un foco y varias colchonetas que encimadas y sin lavar simulan ser una cama matrimonial, además de que carecen de baño o de agua.

Historia negra

La noche del domingo 15 de noviembre, Juan "B", interno del Cereso de San Miguel, sentenciado por el delito de secuestro, solicitó tener una visita conyugal con quien era su pareja sentimental Gloriosa "N", sentenciada por la misma fechoría.

Gloriosa aprovechó ese momento para decirle a su pareja que lo iba a dejar, por problemas que tenían, por lo que, molesto, la golpeó con un martillo en la cabeza y le provocó la muerte.

Varios elementos de Seguridad y Custodia resultaron con lesiones al intentar detenerlo, por lo que incluso lo sometieron a goles, este hombre fue desarmado y terminó internado en el Hospital General del Sur.