Enrique G. S., vendedor de camarones de San Hipolito Xochiltenango, fue ejecutado a balazos a la altura de la cabeza y rostro; su cuerpo fue abandonado entre los limites de San Nicolás Zoyapetlayoca y Santo Tomás Hueyotlipan.

La tarde del martes 25 de mayo, fue hallado el cuerpo sin vida del comerciante gracias a que éste fue reportado por habitantes de la zona a las autoridades municipales.

Mientras personal de la Policía Municipal mantenía acordonada la zona, elementos de la Fiscalía General del Estado (FGE), se hicieron cargo de las diligencias del levantamiento de cadáver.

Este hombre tenía destrozado el cráneo y rostro por los disparos de arma de fuego, no tenía calzado, pero sí vestía una camisa de color azul, así como un pantalón de mezclilla, por lo que fue identificado por sus familiares.

Se dijo que su muerte podría ser consecuencia de un posible ajuste de cuentas entre miembros del crimen organizado.