El regidor del PRD, Arturo Loyola González defendió la contratación de la empresa Citélum como la encargada de dar mantenimiento y reparación del alumbrado público de la ciudad.

Lo anterior, pese a que en la administración de Enrique Doger Guerrero fue el principal crítico e impulsor de cancelar la concesión a Mexicana de Mantenimiento de Alumbrado (MMA), que tenía como principales inversionistas a Citélum y Traffic Light, por lo que estas dos últimas se fusionaron para obtener un nuevo contrato en la administración de Blanca Alcalá Ruiz.

Loyola González en la administración de Enrique Doger se dedicó a criticar el costo que se le pagaba a MMA, que era una concesión leonina, que no estaba dando resultados y que los dueños se estaban enriqueciendo a costa del dinero de los ciudadanos y sin ningún beneficio para la comuna de ese entonces.

Loyola González abogó por la cancelación del contrato, y finalmente en sesión de cabildo se aprobó la medida y se “echó para atrás” la concesión.

Sin embargo, desapareció la denominación MMA, que se fusionó con la empresa Citélum, que al final de cuentas tienen a los mismos dueños pero con diferente razón social.

Ante las manifestaciones en contra que han surgido por parte de diferentes regidores, diputados, y hasta empleados sindicalizados del ayuntamiento, Arturo Loyola dio una rueda de prensa para defender la recontratación de la empresa.  El perredista señaló que el contrato de prestación de servicios del ayuntamiento de Puebla con la empresa Citélum, lo que permitirá mejorar la calidad del servicio de alumbrado público en la capital de Puebla; “no es una concesión del servicio, sino un contrato a 30 meses con cláusulas que implican el dar mantenimiento al cien por ciento de los puntos de iluminación de la capital”.

Explicó que la par de que habrá un ahorro significativo para el erario de la ciudad, hubo transparencia en el proceso de asignación del contrato, producto de una licitación pública nacional que no es necesario sea aprobada por el Congreso del estado, como lo han señalado algunos actores públicos que desconocen el tema.

“Los requisitos establecidos para participar en la licitación estuvieron orientados a procurar los tres criterios: el costo, la calidad y el menor tiempo de respuesta para prestar el servicio de alumbrado.”
A diferencia de las pasadas, de Luis Paredes y Blanca Alcalá, en la administración municipal que encabeza

Eduardo Rivera Pérez se efectuó un proceso claro de licitación para proporcionar el servicio de mantenimiento del alumbrado público de la ciudad de Puebla, “con requisitos estrictos para las empresas participantes, a fin de garantizar la calidad del servicio, la cobertura, la razonabilidad del costo y la oportunidad necesaria con la que debe atenderse la demanda”.

Loyola González estableció que a diferencia de las dos administraciones donde trabajó MMA, en la actual el contrato se ha hecho con transparencia y en mejores condiciones, para no afectar las arcas municipales y no privilegiar a la empresa. Argumentó que ahora sí confía en que la empresa haga un buen trabajo en el mantenimiento de luminarias, ya que el contrato que se firmará en los próximos cuatro días tendrá un “blindaje” especial para obligar a Citélum a cumplir con cada uno de los compromisos a los que está obligada.

En la administración municipal pasada, detalló el regidor, se contrató a la empresa Traffic Light por 21 meses con un costo superior a los 153.5 millones de pesos para dar mantenimiento sólo a 61 mil puntos de luz; ahora el contrato con Citélum abarca 30 meses —nueve más que la administración pasada— y 81 mil puntos de luz —20 mil más — a un costo de 152 millones de pesos, lo que representa un ahorro para el erario, remarcó Loyola.

El catálogo incumplido

En la administración de Blanca Alcalá Ruiz el ayuntamiento poblano entregó un catálogo de acciones a desarrollar en los dos últimos años de esa administración y que preveía iniciar con la corrección de luminarias, acciones preventivas en los puntos que aún funcionan y la modernización del sistema donde se requería.

El contrato establecía pagos de acuerdo con los trabajos que fueran haciendo las empresas (Citélum y Traffic Light), de acuerdo con la programación que se hacía y que se encuentra dentro del catálogo de actividades a desarrollar y que fue resultado de un censo que se levantó para conocer la situación real del alumbrado público en Puebla.

Sin embrago, en ninguno de los términos cumplieron las empresas o en su caso lo hicieron de manera parcial.

Primera etapa: reparación y renovación de luminarias

En la primera fase del programa de mantenimiento de alumbrado público de la ciudad, anunciaron la realización de obras de renovación y ahorro de energía en vialidades que consistirán en el cambio de luminarias, componentes eléctricos, balastros y postes de en puntos importantes de la capital poblana, con lo que buscarán sustituir un total de 45 mil luminarias y postes obsoletos, que tendrían como principal punto dar una vida útil mayor a los seis años con mejora en la calidad de iluminación.

En una primera etapa se mejoraría este servicio público en más de 80 colonias, 15 vialidades y todos los parques y jardines que hay en la capital poblana, así como en zonas primordiales como alrededores de hospitales, escuelas universitarias, bancos, comercios, restaurantes, centros comerciales y camellones, mismas que no se cumplieron.

Segunda etapa: colocación de súper postes

Tras la reparación, iniciarían un proceso nuevo en Puebla y  que consistirá en la colocación de “súper postes” en las vialidades denominadas conflictivas.

Estas estructuras medirían alrededor de 10 metros de altura y contarían con alrededor de cuatro luminarias periféricas para dar un mayor alcance de iluminación. Estarían colocadas en 15 vialidades como Carmen Serdán y bulevar Norte, bulevar Hermanos Serdán, bulevar Atlixco y 25 Poniente, bulevar Atlixco y 31 Poniente, bulevar Atlixco y circuito Juan Pablo II; bulevar del Niño Poblano y vía Atlixcáyotl, avenida 55 Poniente y 11 Sur, circuito Juan Pablo II y 11 Sur, 11 Sur y bulevar Valsequillo, así como bulevar 5 de Mayo y 16 de Septiembre, entre otras, pero tampoco se cumplió a cabalidad, salvo en algunas de éstas.

Tercera etapa: iluminación en colonias

Esta tercera etapa consistía en iluminar 80 colonias en las que, a pesar de recibir acciones preventivas y correctivas hasta 2010, indicaban que la vida útil de los focos estaba a punto de concluir.

Las colonias recibirían el mantenimiento preventivo para evitar la degradación de las luminarias, fotoceldas, balastros e incluso postes, los que serán retirados de las calles. Con el cambio de luminarias se pretendía ampliar el periodo de vida de los focos que abarcan más de 20 mil horas de servicio, es decir, que ampliaban el periodo hasta por 6 años.

Estos intentos fallidos de la empresa se demuestran en la gran cantidad de luminarias que están apagadas en el municipio, sobre todo en colonias alejadas del centro de la ciudad, lo que fue atendido con regularidad para que las colonias pasaran desapercibidas.

Cuarta etapa: colocación del sistema de Citegestión

En la cuarta etapa del proyecto aplicarían un proyecto tecnológico llamado Citegestión, que consiste en el monitoreo de las luminarias se haga de manera efectiva con el servicio vía satélite. Para eso, colocarían en puntos estratégicos diversas antenas de rastreo que serán monitoreadas a través del servicio de Google Earth, que estaría monitoreando en tiempo real las condiciones de 10 mil luminarias incluidas en un sistema.

La herramienta permitiría realizar acercamientos desde el satélite para detectar más de 500 puntos de luz que se mantendrán vigilados en unas oficinas especiales con instalaciones apropiadas.

Para el sistema de monitoreo se contaría con vehículos especiales que circularán por los puntos de luz, mismos que contarán en su cofre con un sensor GPS para medir la intensidad de la luminosidad, misma que emite la señal vía satélite para su vigilancia.

Todo este servicio para la atención de fallas en el alumbrado estaría en un Call Center con instalaciones aún por definir, al concluir el contrato la administración de este centro de atención será administrado por personal del ayuntamiento de Puebla.

Quinta etapa: terminación de las acciones con reportes finales

Durante y al final del contrato con Citélum y Traffic Light se utilizarían diversos esquemas para obligar a la empresa a dar los resultados programados dentro del proyecto ejecutivo.

Para lo anterior, contratarían una nueva empresa para la supervisión de los trabajo, también elaborarían un inventario de cada uno de los instrumentos eléctricos utilizados y su destino, para evitar cualquier irregularidad durante el proceso de las obra. Esto se hará a través de la colocación de un número específico junto con su respectivo código de barras, para asegurar el buen uso de las herramientas, lo cual tampoco ocurrió.

Los antecedentes negativos de MMA (Citélum y Traffic Light) en Puebla

El 7 de abril de 2005, en sesión ordinaria de cabildo se determinó por el cuerpo colegiado de regidores, la declaración de inexistente del contrato de concesión por 30 años a la empresa Mexicana de Mantenimiento de Alumbrado (MMA), filial de Citélum, empresa de origen francés.

En esta sesión participó el regidor Arturo Loyola González, quien fue uno de los cabildantes que votó en favor de la cancelación del contrato. De inmediato inició el proceso legal que dejaría fuera de “la jugada” a MMA para continuar con el servicio de iluminación de la ciudad.

Aunque en un intento de presionar a la comuna, la empresa amenazó con llevar el caso a los tribunales internacionales, actuar mediante los representantes de Citélum e iniciar un par de demandas ante el Tribunal Colegiado del Sexto Circuito de Materia Administrativa, el “carpetazo” final se dio a través de la jueza Novena de Distrito, María Leonor Pacheco Figueroa, quien resolvió el juicio 510/2005 a favor del ayuntamiento, para que retomara el servicio de alumbrado y semaforización en el municipio.

Sin embargo, en un último intento legal Citélum logró que a cambio de la cancelación de la concesión, la administración pagara una indemnización de 100 millones de pesos más penalizaciones, pero que no fue suficiente para impedir que la comuna hiciera lo posible para cancelar toda relación con la empresa francesa.

El 11 de abril de ese mismo año, el ayuntamiento de Puebla presentó ante el Ministerio Público una demanda de hechos —no fue penal— contra quien resultara responsable por las irregularidades jurídicas, financieras y administrativas que causaron la declaración de inexistencia de la concesión de MMA, con lo que se buscaba “cortar” la cabeza de Luis Paredes Moctezuma y de sus funcionarios.