Habitantes de las colonias Lomas de San Jerónimo y San Juan —pertenecientes a la junta auxiliar de San Jerónimo Caleras— ya no aguantan los graves focos de contaminación que produce el Rastro Municipal, pues el mal olor, las descargas de sangre y vísceras a la barranca El Conde, así como la presencia de plagas de moscas, son un problema de salud pública para los ciudadanos de la zona.
Los vecinos denunciaron que el Rastro Municipal no tiene el más mínimo control en las descargas y el manejo de los desechos de los animales que se sacrifican diariamente en el matadero.
En primera instancia, denunciaron que en temporada de calor es insoportable la pestilencia que producen los desechos que se dejan al aire libre (orejas, pesuñas, hígados y vísceras), que con las altas temperaturas del día se descomponen rápidamente.
Los colonos tienen que cerrar las puertas y ventanas de sus hogares para evitar los malos olores que al medio día provoca afectaciones en la garganta, pero que se complica porque jaurías de perros llevan orejas o huesos de los animales sacrificados a las puertas de sus hogares.
Otra situación grave —y que se pudo constatar mediante un recorrido por las inmediaciones del Rastro Municipal— es la fuga de sangre a través de una de las paredes posteriores que se estanca en diversas zonas de la barranca El Conde, provocando grandes charcos de “nata” que son un grave foco de infección.
El estancamiento provoca la aparición de grandes cantidades de moscas que van a parar a las casas de los colonos, mismos que ven mermada su salud porque —sobre todo en niños— provocan afectaciones en la piel, como la aparición de salpullido o granos.
Durante el recorrido se pudo percatar que la planta de tratamiento de aguas residuales con la que cuenta el Rastro Municipal sigue sin funcionar, y en consecuencia no hay forma de tratar los desechos producido por el sacrificio del ganado.
Denunciaron que pese a que han hecho peticiones a los encargados del lugar, simplemente han ignorado los riesgos en la salud que producen por la falta del funcionamiento de la planta de tratamiento, el manejo adecuado de los desechos y que entubaran la barranca para evitar estos problemas.
Por lo anterior, los vecinos exigieron a la nueva autoridad municipal “poner cartas en el asunto”, pues en administraciones anteriores a pesar de comprometerse a mejorar las condiciones del matadero, nunca cumplieron su promesa.
Descartan contaminación; culpan a los introductores
El director de Industrial de Abastos Puebla, Alejandro Landero, desmintió que el Rastro Municipal descargue aguas contaminadas, sangre y vísceras a la barranca El Conde, que colinda con la colonia Lomas de San Jerónimo.
Esto pese a contar con pruebas fotográficas y las denuncias de vecinos que insisten en que producto de descargas a la barranca se ha convertido la zona en un foco de infección y un problema de salud pública.
Sin embargo, reconoció que la contaminación generada viene de 22 locales aledaños al rastro municipal que son ocupados por vendedores de carnes que al realizar la limpieza de sus establecimientos con agua, van a parar a una parte de la barranca.
Ante ello, aseguró que ya se han girado notificaciones a los comerciantes para que utilicen productos especiales para este tipo de limpieza, que sean capacitados para evitar este tipo de descargas y apoyarlos con una empresa para la degradación de los desechos que limpian.
El director de Industrial de Abastos indicó que incluso han recibido visitas de instancias de dependencias estatales y federales, quienes han avalado el funcionamiento del matadero y que no se han generado contaminantes de su parte.
Al respecto, destacó que para evitar lo anterior se ha puesto en funcionamiento la planta de tratamiento a la hora de la matanza —de 14:00 a 6:00 horas—para que los desechos salgan en buenas condiciones hacia la tubería del drenaje conectado a las instalaciones.
Además, recalcó que dentro del proceso para evitar la contaminación se cuenta con una empresa que se encarga del desalojo de vísceras, sangre, pesuñas, orejas, entre otros que son trasladados al municipio de Atlixco en contenedores especiales para evitar que queden esparcidos al aire libre.
Por ello, pidió a los ciudadanos que se han inconformado para que conozcan el trabajo realizado en el Rastro Municipal para que se encuentren tranquilos de que esta administración está preocupada para terminar con todas las irregularidades que se registraron en administraciones anteriores.
Introductores exigen garantías
Quienes no están convencidos de la conversión del Rastro Municipal a uno Tipo Inspección Federal (TIF) son los más de 300 introductores de ganado que pertenecen a tres organizaciones que operan diariamente en este lugar, quienes aseguran que antes de que el ayuntamiento busque la conversión primero deben “limpiar su propia casa”, pues por un lado hay incertidumbre de incluirlos en el proyecto, que con la transformación se estaría perdiendo el predio que donó la anterior administración a ellos para la construcción de un Mercado de Carnes y que ahora les cobran “cuotas irregulares” de 50 pesos por una inspección externa, cuando la carne sale certificada por inspectores desde el propio matadero.
En primera instancia, integrantes de las organizaciones de introductores de ganado aseguraron que en la actual administración del Rastro Municipal quiere arrebatarles el predio que donó Blanca Alcalá Ruiz para construir un mercado de carnes, con el fin de construir algunos locales que solo benefician a Industrial de Abasto Puebla.
En este sentido, señalaron que en este predio se construiría un Mercado de Carnes para incluirlos en un proyecto futuro de la transformación del matadero en uno TIF, situación que en este momento no es viable porque no hay las instalaciones e infraestructura adecuadas en el lugar.
Indicaron que se ha frenado cualquier construcción para reubicarlos a esta zona debido al alto costo de los locales que les quieren cobrar, es decir, que locales de hasta 300 mil pesos los quieren cobrar a millón y medio de pesos.
Otra de las inconformidades es que en los últimos días se les ha comenzado a cobrar 50 pesos por una inspección externa por parte de funcionarios municipales, cuando la carne ya sale certificada después de la matanza.
Por ello, pidieron que antes de pensar en un proyecto, las autoridades deben primero resolver los problemas internos con los introductores, por lo que en caso de ser necesario realizarán movilizaciones en oposición.