Luego de varios días de tensa calma, el volcán Popocatépetl volvió a despertar, luego de que en la madrugada de este viernes presentó intensa actividad con un “tren de exhalaciones”, lo que mantiene la alerta en amarilla fase tres.

El reporte del mediodía del viernes del Centro Nacional de Prevención de Desastres Naturales (Cenapred) informó que registraron 68 exhalaciones acompañadas de ceniza vapor de agua y fragmentos incandescentes. “A partir de las 1:00 horas del día de hoy (viernes) comenzó un tren de exhalaciones que continúa al momento del reporte, en el transcurso de la noche se presentaron constantes emisiones de vapor de agua y gas con dirección al oeste.

”De igual forma se presentaron varios episodios de expulsión de fragmentos incandescentes sobre las laderas del volcán, los más grandes ocurrieron a las 1:53, 1:58, 2:00 y 2:44 horas.

”Se observa que los fragmentos cubrieron desde el sector este a oeste alcanzaron aproximadamente 500 metros de distancia del cráter del volcán.

”Al momento del reporte se observa una pequeña pluma de vapor de agua y gas con dirección al oeste, a una altura de aproximadamente 300 metros sobre el cráter.”

Por lo tanto, el comunicado señaló que el nivel de alerta volcánica se mantiene en amarillo fase 3. Este nivel de alerta implica la probabilidad de observar actividad explosiva de escala intermedia a alta.

Asimismo, se puede registrar crecimiento de domos y posible expulsión de lava; explosiones de intensidad creciente y lluvias de ceniza notorias sobre poblaciones cercanas y en menores cantidades en poblaciones más alejadas, dependiendo de la dirección de los vientos.

Erupciones actuales
Los reportes del siglo XX son numerosos pero coinciden en fumarolas, cenizas y pequeños sismos. A lo largo de 1992 y 1993 aumentaron las fumarolas y los micro sismos, y el 21 de diciembre de 1994 despertó de su sueño exhalando gases, cenizas (las cuales llegaron más allá del estado de Puebla) y algunos materiales sólidos.

En 1995 tuvo actividad fluctuante. En marzo de 1996 aumentó la actividad y se formó un domo en el cráter. El 30 de abril de 1996 murieron cinco expertos alpinistas debido a una lluvia de piedras incandescentes que lanzó el “Popo”. En 1996 se presentaron muchos micro sismos y la población estuvo muy alarmada.

El 30 de junio de 1997 lanzó una fumarola de 8 kilómetros de altura y 50 kilómetros de diámetro. En las casas cayó mucha ceniza en los techos y los coches. Esta fue la actividad que más alarmó a todo México. Los primeros días de julio las exhalaciones disminuyeron, pero se pudo observar desde helicópteros que en los flancos sur y sureste del cono había varias lenguas de flujos granulares de uno a dos kilómetros de longitud que escurrieron radialmente del cráter. En su interior se vio una depresión en el nuevo domo.

La última erupción fue el 21 de septiembre de 2003.