Ante eso, se ha solicitado a la Secretaría de Seguridad Pública realizar más rondines y llevar programas de prevención de este tipo de delitos, para que los jóvenes no caigan en estas actividades ilícitas que dañan el patrimonio.
Lo anterior, debido a que se mantienen los actos pandilleriles, como el robo de mobiliario, graffiti en puentes, robo de luminarias y daños a fachadas de monumentos históricos, situaciones que no son castigadas con rigor.
Así lo dio a conocer el director del Instituto Municipal de la Juventud, Emmanuel Torres Bautista, quien aseveró que se han identificado los lugares donde más daños se han presentado y donde se han comenzado a aplicar programas preventivos a través de cuatro módulos.
De acuerdo con datos del ayuntamiento, por lo menos 30 por ciento de la ciudad se encuentra afectada por la pinta de graffiti, lo cual representa gastos al ayuntamiento hasta por 8 mil pesos a la semana para borrar estas pintas.
Hasta 10 jóvenes de entre 15 y 18 años son remitidos a la semana por causar daños en mobiliario y fachadas del Centro Histórico, así como unidades habitacionales por realizar pintas.
El funcionario municipal lamentó que obras emblemáticas, que están desarrollando tanto el gobierno del estado como el municipal, por la irresponsabilidad de pandilleros, se vea afectada por este tipo de situaciones.
Aseveró que se deben tomar acciones inmediatas en contra de este problema para que se apliquen sanciones más severas, pues actualmente sólo se limitan a llamadas de atención o, en su caso, meras sanciones administrativas.
El principal problema es que la mayoría de los padres de familia no se hacen “responsables solidarios”, a pesar de que el Coremun lo establece, pues en casi 80 por ciento de los casos optan por dejar a sus hijos en los juzgados hasta que cumplan su tiempo de condena.