En este momento, el Instituto Nacional de Antropología e Historia en Puebla está atendiendo un total de 10 iglesias en todo el estado, la cuales han sido afectadas por sismos y por las fuertes lluvias, que han dejado daños de 2010 a la fecha.
Estos templos son intervenidos con carácter de urgente ya que, para la dependencia federal, cuentan con daños importantes generados principalmente por sismos, pero también por lluvias.
El perito del INAH Sergio Vergara Berdejo detalló que, a pesar de que existen más templos dañados, la propia arquidiócesis se hace cargo de su mantenimiento, pues recordó que todos los inmuebles religiosos, incluyendo los 64 templos de la capital, se encuentran en custodia de la Iglesia.
“Todo este programa empezó la semana pasada, que nos llegó el recurso no sólo de la Catedral, sino de todos estos edificios que están en todo el estado pero, como están en custodia de la Iglesia, la Iglesia les da mantenimiento.”
En lo que corresponde a la capital poblana, serán únicamente dos inmuebles, que son la Catedral y el templo de Santa Anita, mientras que las ocho restantes se encuentran en municipios como Izúcar de Matamoros, Tehuacán, Atlixco y Tecamachalco, entre otros, con los cuales cuentan con expedientes y ya ha sido liberado el recurso para iniciar con su intervención.
Un ejemplo de que sí intervienen son los mantenimientos de las iglesias de Santa Clara y Santa Mónica, las cuales fueron mejoradas por las autoridades eclesiásticas. En lo que corresponde a la Catedral de Puebla, detalló que en este momento se ha iniciado con la intervención para la reparación de las fisuras de la nave central, el cupulín de la bóveda de Tolsac, así como la parte integral del tambor central, donde se ubican las letras del nombre de la Virgen María, ya que estas fisuras fueron originadas en los sismos de 2010 y 2011.
Sin embargo, aceptó que la delegación del INAH en Puebla ha iniciado con la creación de un nuevo expediente sobre daños a este inmueble histórico, ya que tanto en 2012 y 2013 se han generado algunos movimientos telúricos se han generado más fisuras o las ya existentes se han convertido en grietas por no intervenirlas.
Vergara Berdejo precisó que estos daños con el paso del tiempo y sin un proceso de restauración pueden ocasionar grietas más graves con efectos negativos que sean mayores, pues se puede iniciar con la filtración de agua, que puede afectar el interior de la Catedral. Por lo tanto, la intervención de la Catedral contará con una segunda etapa de intervención, ya que, al terminar la reparación de los daños de 2011, se iniciará con los daños generados en 2012 y 2013 y que se enfocan a fisuras en las naves laterales, en la entrada principal, así como en los accesos de la zona del coro.
“Los actuales trabajos los terminamos en dos semanas, y creo que ahorita vamos a darle continuidad a 2011 y 2012; queda terminado dentro de dos semanas y el 2013 empezaría en septiembre, para terminar en octubre todo.”
Finalmente, informó que la reparación de estas fisuras se hará con una inversión total de 1.2 millones de pesos, que son absorbidos por el seguro federal, que es contra daños por siniestros.