En primera instancia, el presidente municipal Eduardo Rivera aseguró que en el municipio no hay terrenos disponibles para poder establecer nuevas instalaciones para un relleno sanitario.

Debido a que no hay espacio en el municipio de Puebla para reubicar el relleno sanitario de Chiltepeque, el edil capitalino aseguró que su administración no tiene contemplado tal medida.

“En el municipio no hay espacio, en Puebla nadie va a querer que esté a un lado el relleno, ni un poblano va a querer tener en frente de su casa o de su colonia el relleno sanitario; el proyecto del relleno está bien donde actualmente se ubica.”

Rivera Pérez reiteró que, por falta de espacio para una posible reubicación, el relleno sanitario de Chiltepeque se mantendrá en la junta auxiliar de Santo Tomás Chautla, por lo que la idea de crear un relleno intermunicipal, realizada por el director del Instituto Municipal de Planeación (Implan), Luis Olmos Pineda, no es viable.

Sin embargo, destacó que existen otros proyectos que tienen contemplado hacer para mejorar el funcionamiento del relleno sanitario, mismos que serían más viables para mantener su funcionamiento.

En este sentido, el presidente municipal informó que para evitar la fuga de lixiviados en temporada de lluvias su gobierno municipal cuenta con una anteproyecto para embovedar la barranca El Aguaje.

Este proyecto, que ya fue presentado a la Comisión Nacional del Agua (Conagua) para su autorización, contempla crear una bóveda que contenga los lixiviados y evite el escurrimiento de los líquidos hacia la barranca.

Aunque aún se desconoce el monto del proyecto, el edil capitalino señaló que su ejecución depende de la autorización de Conagua, pues es la única instancia federal que puede dar el permiso para llevar a cabo tal obra.

El edil poblano también descartó que en su gestión se proceda a revocar la concesión a RESA debido a que un procedimiento así lleva mucho tiempo, como ocurrió en la anterior administración municipal, pero sin resultados.

Indicó que tampoco hay elementos graves como para cancelar la concesión pues, si bien ha habido errores en el funcionamiento y control de lixiviados, esto no ha sido grave para los pobladores de los alrededores.

Aceptó que las lluvias atípicas que se registraron en la capital por los fenómenos climáticos que se registraron en el país fueron condicionantes para que se registraran las fugas de lixiviados, que al final fueron controlados.

Rivera Pérez recalcó que la autoridad municipal, como otras instancias, ha aplicado las multas correspondientes a la concesionaria cuando ha presentado fallas, mismas que se han reflejado en sanciones económicas fuertes para los empresarios.