En tres años, la dirección de Protección Civil Municipal logró retirar a más de mil 500 familias que se encontraban en zonas de riesgo sobre todo en ríos, barrancas, ductos Pemex, casonas y cables de alta tensión.

Sin embargo, aún quedan en la capital al menos 4 mil 500 familias que pese a ser notificadas no atendieron este llamado debido a que se tratan de invasores quede manera irregular se apropiaron de un terreno.

Estas personas que ya fueron retiradas se encontraban en la barranca del Santuario, uno de los principales vasos reguladores que atraviesan la ciudad: Puente Negro, y al sur de la ciudad, lugares donde se presenta la mayor cantidad de invasiones.

Ahora, la meta de la actual administración es retirar a las 4 mil 500 familias que aún permanecen en estos lugares aún cuando han sido notificadas para abandonar sus casas porque están en riesgo de perder sus vidas.

Al respecto, el director de Protección Civil municipal, Gustavo Ariza Salvatori, dio a conocer que dueños de viviendas fueron removidos por estar en esa misma situación, por lo que sólo están a la espera de que la dependencia federal responda positivamente a esta solicitud.

“Todas las personas que están en laderas de ríos y barrancas, casonas, ductos y cables de Comisión Federal de Electricidad están notificadas. Ellos deben salir y buscar a donde vivir porque al fin y al cabo son terrenos federales que no les pertenecen y ni siquiera son del municipio y nosotros no podemos dar un permiso para que vivan”.

Ariza Salvatori recalcó que hay facultades para el retiro de estas personas siempre y cuando que sí pueden retirarlos para salvaguardar su integridad física pero además porque se encuentran en zonas federales y lugares irregulares.

Informó que se ha iniciado el proceso ante la Comisión Nacional del Agua (Conagua) para solicitar su colaboración para el desalojo de más familias que viven irregularmente en las laderas.

El funcionario municipal precisó que esto será después de que la Conagua apruebe la solicitud que ya le enviaron para llevar a cabo el proceso de reubicación de estas personas que viven en constante peligro.