Se calcula que al menos 80 por ciento del total de la carpeta asfáltica de la ciudad requiere un cambio urgente. Lo anterior se agrava cuando dependencias como el SOAPAP realizan obras del cambio de drenaje. Varios puntos se encuentran dañados porque al concluir los trabajos no reparan adecuadamente las zanjas que abrieron para sus intervenciones. Actualmente, este problema se ha extendió hasta la 25 Sur, de la 11 Poniente y hasta la 19 Poniente.
Los daños generados por este problema de las calles de toda la capital poblana han generado que en estos momentos la situación se encuentre en “focos rojos”, pues hasta el momento, sin importar que en cada proceso electoral el bacheo sea una bandera política y una de las principales propuestas de campaña de los futuros presidentes municipales, la realidad es que la pésima situación de las calles ha sobrepasado la capacidad de las autoridades locales a tal grado se ha incrementado este problema y la capital pasó a ser “la ciudad de los baches”, burla que principalmente en las redes sociales ha causado sensación, pues habla de una de las promesas que ningún político ha logrado erradicar.
Actualmente, de manera anual, el problema empeora hasta 40 por ciento, pues en cada intervención dependencias como el SOAPAP y empresas de gas natural ocasionan daños severos al asfalto, que ahora ya son “cráteres” y a diario se pueden apreciar nuevos daños al pavimento.
Ciudadanos y tianguistas afectados protestaron por retrasos de obras
En la zona de la 25 Sur, donde se realizan cambios de drenaje, las obras llevan retrasos de hasta dos semanas. Los trabajos avanzan lentamente y los ciudadanos son los que pagan los “platos rotos”. Por un lado, estas obras han dejado la falta de suministro de agua desde hace una semana, situación que consideran un atentado a sus derechos y a su economía.
Vecinos de la zona del barrio de Santiago se manifestaron de nueva cuenta, inconformes porque no hay fecha para la terminación de las obras. Aseguraron que antes de iniciar la obra el tiempo de traslado era de alrededor de 20 minutos, mientras que ahora al menos es de entre 40 y hasta una hora.
Los quejosos manifestaron la deficiente planeación en los cierres de circulación que ha venido realizando Vialidad municipal pues, lejos de remediarla, está empeorando la situación.
Otro problema generado por estas obras ocasionó la caída de las ventas del tianguis de La Piedad hasta 60 por ciento. En un recorrido hecho en las obras, los tianguistas se mostraron preocupados porque se han retrasado las obras en la zona, pues a veces se ven los equipos detenidos por días.
Indicaron que la falta en la supervisión de las acciones ocasionó que no se hagan adecuadamente los trabajos, por lo que ahora son ellos y los ciudadanos los que están pagando los “platos rotos”. En este sentido, se inconformaron porque se han realizado nuevos cierres a la circulación, lo cual ha complicado a sus clientes la llegada al lugar.
Pagan automovilistas 5 mil pesos por caer en hundimientos
Los más afectados son los automovilistas que, sin importar evitar los hundimientos, al final caen en uno, pues no hay forma de evitarlos. Automáticamente, los daños son importantes pues, ante la falta de un seguro contra baches, los ciudadanos tienen que gastar hasta 5 mil pesos para componer una llanta afectada.
Lo anterior ha ocasionado el disgusto de los ciudadanos; por un lado, caer en un bache les puede generar gastos de entre 2 mil 500 y hasta 5 mil pesos, dependiendo de la gravedad de los daños.
Entrevistados, los habitantes del municipio de Puebla se inconformaron por los gastos excesivos que cada año hacen para reparar amortiguadores, suspensiones o llantas que resultan afectadas por el deterioro del asfalto.
Los afectados destacaron que cada año es la misma situación, pues aún cuando las autoridades gastan recursos no dan solución a fondo, pues sólo se tratan de acciones de “maquillaje” que no ponen remedio a la situación.
Los esfuerzos salen caros
De hecho, los últimos diagnósticos indican que por lo menos para acabar con este problema en toda la ciudad se requieren de por lo menos 5 mil millones de pesos para lograr cubrir todos los hoyos que existen en todo el pavimento.
Lo cual será imposible, pues de manera anual el ayuntamiento de Puebla sólo cuenta con un presupuesto total de poco más de 3 mil millones de pesos, lo que es imposible lograr destinar este recurso para este programa en especial.
Dependiendo el presidente municipal en turno, cada uno aplica un programa que intenta “tapar” sólo algunos cuantos hoyos, algunos utilizaron el famoso “dragón” que calienta el pavimento dañado y lo reutiliza, o lo más fácil y económico: las cuadrillas tapa-baches, sin embargo todo ha fallado ante la gran demanda de trabajo.
La actual administración inició con un estudio técnico para conocer la situación de las calles de la ciudad y donde, como se esperaba, el pavimento se encuentra en pésimo estado, derivado de la falta de atención desde hace más de 30 años.
Por donde transite, tanto en calles primarias como secundarias y terciarias, por lo menos un automovilista cae en estos hoyos, y hasta el momento no hay quien pague por estos daños, pues en la administración pasada se habló de un posible seguro contra baches, pero fue una propuesta fallida.
Al final, en estos momentos la ciudad sigue igual, sin importar que los más de 107 mil baches que se han cubierto en este año se aprecien y mucho menos los más de 140 mil que se cubrieron en 2012. Por lo menos se han invertido poco más de 120 millones de pesos en dos años para intentar disminuir este problema, pero mientras se tapa un hoyo, por lo menos aparecen dos más.
¿Concreto hidráulico como solución?
Actualmente, hay una alternativa para que las vialidades brinden mayor seguridad tanto a automovilistas, usuarios de transporte público como peatones: el asfalto modificado. Aunque no es muy utilizado en el país, se busca desarrollar un material más sólido y accesible.
El asfalto modificado con polímeros (plásticos) aumenta la calidad de la carpeta asfáltica; sin embargo, su aplicación es mínima, por lo que las investigaciones continúan con el propósito de fabricar un material de mayor resistencia y accesibilidad.
Especialistas de la Facultad de Química de la UNAM trabajan en un estudio sobre asfaltos modificados comerciales con la intención de cambiar la estructura química de sus polímeros, parcialmente compatibles con el asfalto, y así mejorar la resistencia de la carpeta asfáltica.
Los especialistas aseguran que el pavimento tradicional es resultado del aplanamiento de piedras bañadas con asfalto simple, el cual es un material obtenido a partir del petróleo.
Su resistencia a la deformación depende de la capacidad que tiene para mantener unidas a las piedras, limitar el paso del agua entre éstas y disgregar los esfuerzos mecánicos que ejercen los vehículos.
Los investigadores analizan la estructura química de algunos polímeros para transformarla y proponer un material que al ser adicionado al asfalto, permita que la carpeta no se fracture.
El estudio detalla que cuando el pavimento tiene asfalto sin polímero, éste se reblandece a los 70° C y se forman ondas; a los 0° C se quiebra como si fuera vidrio. En cambio, cuando se utiliza asfalto modificado, puede resistir un rango de temperaturas que va de los 100 a menos 20º C sin sufrir deformaciones permanentes.
Además, el asfalto con polímero limita el paso del agua, una de las principales causas de la formación de hoyos. Al reconocer que es más cara, se aclaró que los beneficios obtenidos son mayores, pues la cantidad de carpeta asfáltica que se emplea se reduce, el tiempo de duración es mayor y esto permite una recuperación rápida del dinero invertido en la pavimentación.
Con la llegada de la anterior administración, una forma de mejorar las vialidades fue el de iniciar con la aplicación de concreto hidráulico en las avenidas principales, lo cual garantiza que por lo menos en 25 años, no se tendrá este problema.
Sin embargo, hasta el momento sólo se han logrado cubrir unas cuantas calles, y que son las principales entradas a la ciudad: Calzada Ignacio Zaragoza, Carmen Serdán, bulevar 5 de Mayo, 49 Poniente; actualmente se trabaja en la calzada Zavaleta y la 11 Norte-sur.
Se tenían contempladas más avenidas como el bulevar Xonaca, la 31 Oriente-Poniente, así como la 25 Oriente-Poniente, sin embargo el principal problema ha sido el recurso, pues no hay dinero que alcance, lo que sumado a los recortes presupuestales, las intenciones sólo quedan en eso.
Las calles más dañadas
La Secretaría de Desarrollo Urbano y Obra Pública se vio obligada a dividir por cuadrantes la ciudad para atender los puntos más problemáticos, y se tratan de los siguientes:
Cuadrante 1
Colonias: Amor, San Jerónimo Caleras, San Pablo Xochimehuacan, parte de La Resurrección, Canoa, La Libertad y zona de la Central de Abastos.
Vialidades: Bulevar Norte, bulevar Carmen Serdán, parte de Reforma y diagonal Defensores de la República.
Cuadrante 2
Colonias: Bosques de San Sebastián, Bosques de Amalucan, Clavijero, Casa Blanca, la zona de Álamos, Amalucan, Bosques de Manzanilla y La Resurrección.
Vialidades: Parte de la diagonal, camino antiguo a La Resurrección, bulevar Xonacatepec, Juan de Palafox y Mendoza, 2 Oriente, bulevar Xonaca (a la altura del mercado Morelos), carretera federal Puebla-Tehuacán, bulevar Clavijero y bulevar México.
Cuadrante 3
Colonias: Reforma, La Paz, Reforma Agua Azul, Prados Agua Azul, Los Ángeles Mayorazgo y Mayorazgo.
Vialidades: 11 Sur, 105 Poniente, avenida Nacional, bulevar Atlixco, circuito Juan Pablo II, Las Margaritas.
Cuadrante 4
Colonias: San Manuel, parte de San Baltazar Campeche, Arboledas de Loma Bella, El Mirador, San Francisco Totimehuacán, La Margarita, La Hacienda y Universidades
Vialidades: La 30 Sur, bulevar 18 Sur, bulevar 22 Sur, 14 Sur, bulevar Díaz Ordaz y Sánchez Pontón, 2 Sur, bulevar Valsequillo, Las Torres y Circunvalación.