Desde 2008 operan en el municipio cuatro corralones de manera ilegal, ya que sólo se reconoce el de Rancho Colorado, y en la práctica operan como tal lotes ubicados en Xonaca, La Resurrección, La Magdalena y atrás del mercado Independencia. La operación de estos corralones es ilegal ya que sólo se reconoce el de Rancho Colorado, pero como ya no caben en ese lugar, eran trasladados a cualquiera de los antes citados, en los que se dan diversas anomalías.
Además de las irregularidades que se daban en lo que a su operación se refiere, el dinero que se recauda por la estancia de los autos en esos lugares no se reportaba al ayuntamiento de Puebla, pues en cualquier papel anotan la cuota a pagar y nadie se hace responsable del manejo y administración de esos corralones.

En su momento se han venido documentando denuncias de particulares por diversas irregularidades cometidas desde el año anterior e incluso, en una visita personal que se hizo al corralón que se ubica atrás del mercado Independencia, se encontró que el costo por día es de 40 pesos, cuando la cuota establecida es de 11.56 pesos.

En ese lugar también se encontraron unos 300 autos encerrados y nadie pudo informar sobre el nombre del propietario, además de que carecen de algún comprobante de pago, pues en cualquier papel anotan la cuota a pagar. Una de las hipótesis es que estos predios pueden ser propiedad de las grúas que se utilizan en los traslados de vehículos, que no pertenecen al ayuntamiento; actualmente, la empresas que proporcionan es servicio de grúa son Doama, Victoria y Ocaña y La Unión.

Operan clandestinamente

Lo grave es que estos corralones particulares operan con total ilegalidad. El código reglamentario, en su artículo 259, fracción XII, señala que: “Es atribución de la Dirección de Seguridad Pública y Vialidad Municipal, a través de la Dirección de Seguridad vial sancionar a los conductores propietarios de vehículos, peatones y retirar de la circulación, inmovilizar o asegurara unidades en su caso, cuando contravengan las disposiciones del capitulo 10 del mismo código”. Estableciendo así que quien resguarda los automóviles es el mismo ayuntamiento y no un particular.

También, en el artículo 172 de la Ley Orgánica Municipal, en términos de la Constitución Política del Estado Libre y Soberano de Puebla, se establece que los ayuntamientos podrán concesionar la prestación de las funciones y servicios públicos a su cargo, excepto el de Seguridad Pública y Transito o Vialidad. Por lo que sería ilegal que hubiese algún tipo de contrato, convenio o concesión con algún particular.

Durante la administración del exalcalde de Puebla Enrique Doger Guerrero se contrataron cuatro corralones particulares que cobran 35 pesos diarios por renta de piso a los vehículos que son remolcados a sus instalaciones, mientras que el corralón central cobra 11 pesos.

Era responsabilidad de la Sindicatura en la parte legal y Tesorería el firmar nuevos acuerdos o convenios de manera tal que el ciudadano no se vea perjudicado de manera alguna, lo mejor era tener un espacio propio. La idea era estabilizar la tarifa de cobro en los cuatro corralones, mientras que en el corralón central se cobran 11 pesos por día de uso del piso, los otros tres corralones tiene tarifas de hasta 40 pesos.

Testimonios de ciudadanos

Las denuncias de los ciudadanos se siguen presentando en contra de la operación de corralones clandestinos o sin autorización. Las denuncias radican en que por no darle cuatro mil 500 pesos de mordida luego de que un auto se impactara de reversa cuando su vehículo estaba estacionado, su vehículo fue trasladado a un corralón de San Aparicio.

Una persona que prefirió la gracia del anonimato relató que en el mes de julio del año pasado una camioneta se impactó en la parte delantera de su auto, que se encontraba estacionado y que a pesar de que se comprobara que el responsable del incidente fue la camioneta, su auto fue retenido.

El auto que fue trasladado al corralón del Antiguo Camino a San Aparicio, en la colonia Fuentes de San Aparicio, y no al oficial de Rancho Colorado, y donde, sin darle aviso a la dueña, fue trasladado al taller mecánico de la 34 Poniente y 21 Norte, en la colonia Las Cuartillas, donde supuestamente es un corralón oficial apenas hace un mes.

Incluso, aseguró que el mismo dueño de las Grúas Duama la amenazó con que en breve desaparecerá su auto si no paga el total de mantenerlo un año en sus supuestos corralones y que le aseguró que ya sobrepasan los 30 mil pesos.

Vehículos abandonados saturan corralones de la ciudad

Los dos corralones que hay de la Secretaría de Seguridad Pública se encuentran saturados debido al desinterés que prevalece en los ciudadanos por recuperar sus vehículos, ya sea por la falta de documentación o porque no cuentan con recursos para hacerlo.

Problema heredado

Esta situación representa un grave problema para el presidente municipal José Antonio Gali Fayad, al existir más de 5 mil 400 unidades, ya que un gran porcentaje de las unidades tiene hasta 13 años que encuentran en el abandono.

El sobre cupo en estos dos lugares que alberga los vehículos que se han visto involucrados en accidentes automovilísticos o en algún hecho delictuoso, o simplemente porque cometieron alguna infracción y esa conducta administrativa derivó el arrastre del automotor.

En los corralones se pueden encontrar automóviles que fueron abandonados en la vía pública por los propios dueños, otros más fueron entregados en garantía para pagar una infracción y por percances automovilísticos.

La gran mayoría de las unidades o están dañadas o los propietarios no tienen la documentación y prefieren dejarlos antes de gastar dinero para recuperarlos, porque les sale más caro pagar los daños provocados, las infracciones, arrastre y el piso por el tiempo que estuvo en el corralón.

Aunque las autoridades municipales aseguran que buscan los mecanismos necesarios para liberar espacio, como es la desincorporación de unidades, ya que la ley establece que después de cuatro meses un automotor que se encuentre en el corralón pasa a ser propiedad del ayuntamiento, cuando no es reclamado por el propietario y al no existir un proceso administrativo o jurídico es la fecha que no se ha dado. Las unidades que se encuentran en estos depósitos de autos no se pueden comercializar ni pueden ser rematados.

Para deshacerse de ellos la autoridad municipal forzosamente tienen que quedar convertidos en chatarra para que las empresas que participan en una licitación los puedan adquirir y generar un ingreso al municipio para otorgar más servicios a la ciudadanía. En cada uno de los depósitos de autos hay por lo menos 50 espacios ante la entrada y salida continuamente las unidades, pero aun así los espacios son insuficientes. Mientras la Secretaría de Administración no determine qué hacer con las unidades abandonadas en los corralones estás cada día continúan aplicándose.

Entre 17 a 20 vehículos son remitidos al corralón cuando Tránsito Municipal pone en marcha el operativo alcoholímetro. Aunque los 365 días del año funciona la oficina que cobra las multas, en ocasiones los infractores prefieren dejar sus autos, y conforme pasa el tiempo se va incrementando el costo, y si son unidades de modelos atrasados prefieren perderlos, por esa razón existen vehículos que tienen hasta más de una década.

La mayoría de los vehículos que se encuentran en el abandono se vieron involucrados en accidentes automovilísticos y muchos de ellos quedaron inservibles. El problema principal al que se enfrentan las autoridades es que las unidades ya no son reclamadas y en la mayoría de las ocasiones, comento en entrevista el exregidor José Luis Carmona Ruiz, es que poco a poco las auto partes son desprendidas para ser comercializadas en el mercado “negro”.

Por mes, los dos corralones de la autoridad municipal donde persiste el sobre cupo y desbasto de espacio, debido al aumento de autos y contenedores abandonados, son arrastrados 100 automotores de los cuales solo 10 por ciento no es reclamado.