Para la regidora María Esther Gámez Rodríguez, presidenta de la Comisión de Educación del Cabildo de Puebla, los detectores de metales funcionan como una opción para evitar que los estudiantes de cualquier nivel escolar lleven armas a las instituciones educativas: “Porque pasas y no te abren la bolsa, pero el detector está checando, pudiera ser una solución; por supuesto, estoy hablando de recursos, pero a lo mejor esa inversión nos resulta positiva para la seguridad de todos los estudiantes y de todos nosotros porque finalmente esa seguridad debe existir en todos lados”.
Ante eso, la cabildante del Partido Revolucionario Institucional (PRI) aseguró que también en los lugares en que las personas se reúnen masivamente tiene que haber seguridad “porque de repente sale un loco con un arma punzocortante”, por lo que los detectores de metales son viables pero condicionados: “Claro que debemos hacer algo, tenemos que hacer algo, yo estoy convencida que hay que hacerlo, pero se tiene que aplicar con consensos”.
Por eso, Gámez Rodríguez reiteró que un proyecto como el Operativo Mochila es viable, pero aclaró que no será factible sin el consenso de todas las partes involucradas, porque la idea es revisar las mochilas de los estudiantes.
“Y yo creo entonces que el Operativo Mochila debe ser desde la casa, los padres deben revisar desde el hogar lo que llevan los alumnos a la escuela”.
Seguridad escolar es prioridad social
A decir de la regidora de la administración municipal, todos los integrantes de la sociedad deben estar conscientes que la seguridad en la escuela es prioritaria “porque ahí están nuestros hijos”, pero dijo que se tienen que hacer las cosas como marca la norma, pero al final de cuentas —reiteró— todo tiene que ver con la educación: “Porque si yo llego a una junta auxiliar a darles un programa, imponerlo y no les gusta, entonces voy a tener un problema, porque no estoy de acuerdo con ellos, pero si los padres de familia aceptan que el operativo mochila se lleve a cabo, entonces adelante”.
Aunque desde su perspectiva, María Esther Gámez Rodríguez reiteró que esa medida tiene que partir de los hogares: “Yo insisto que el operativo tiene que darse desde la casa porque para qué un niño lleva una pistola a la escuela, porque la tienen en su casa y porque se la dejan al alcance de las manos, a la escuela van a que se instruyan pero la educación viene desde la casa”.
Ante eso, dijo que si cada uno de los integrantes de la sociedad poblana cumple con la responsabilidad que le corresponde, esos hechos se van a presentar a la baja.
“Y yo espero que disminuyan, aunque erradicarlas completamente me parece algo imposible porque tiene que ver con la educación y la educación dónde la obtienes, la primera parte en tu casa”.