Al asegurar que en la actualidad viven el peor momento de persecución y hostigamiento de parte de la policía, las sexoservidoras del centro histórico de la ciudad de Puebla aseguraron que el endurecimiento de la policía empezó con la marcha del 15 de mayo, cuando salieron a pedir que les reabrieran los hoteles.
“Porque todas, la mayoría, estaban adentro de los hoteles y como la mayoría están clausurados ahorita y otros cerrados por precaución pues andamos todas en la calle”, dijo Estrella, quien afirmó que diariamente ocupaban cerca de 36 hoteles de la zona monumental de la ciudad de Puebla. “Pagábamos solamente la renta de la habitación, nada más, pero todos los hoteles están cerrados actualmente”.
Por su parte, Perla afirmó que es mentira que haya menores de edad en el sexo-servicio, porque en los hoteles que rentaban les pedían la credencial de elector: “Si no llevabas la credencial no te daban cuarto, a pesar de que a veces las chicas llegaban bien bonitas, no las recibían si no llevaban credencial de elector y los análisis de salubridad”.
Por eso puntualizó que los hoteleros, aparte de dar un servicio y rentarles un cuarto, llevaban un control de las chicas que llegaban: “Todas contábamos con análisis de VIH-Sida, credencial de elector; aparte ellos no nos detienen, las instalaciones están abiertas todo el tiempo, nadie nos detiene, no hay horario, no te cobran nada, estaba perfecto ahí porque te cuidaban”.
De 200 pesos diarios a policías
En entrevista con Intolerancia Diario, Estrella aseguró que permanentemente las persigue la policía y no las dejan trabajar: “Ayer a una chica le pidieron 200 pesos de cuota para que no la levanten, para que no se la lleven, pero sí, la mayoría andamos regadas por la calle y no podemos trabajar, también hay amenazas de por qué hacemos las manifestaciones, es un delito para ellos que andemos en la calle y eso no es verdad, porque nosotros buscamos el trabajo para nuestros hijos, no nada más nosotros dependemos de esto, nuestros hijos están detrás de nosotras”.
Y aunque dijeron que no trabajan por la noche, Estrella y Perla aseguraron que salen a la calle a buscar el sustento de sus respectivas familias: “Los policías nos quitan en un día como 200 pesos, pero solamente una vez, porque todos están de acuerdo, es un acuerdo de ellos, si tú ya le diste a uno y pasa el otro y no le das, no hay problema, pero si te insisten, pues obvio que vas a dejar que te lleven y no sales hasta el otro día, porque si no pagas multa no sales”.
Estrella trabaja en la 14 Poniente-Oriente y hay ocasiones en que los clientes sí le dan lo que pide: “De 150, 130, 100 pesos, máximo 150 y mínimo 100 pesos”. Pero afirmó que en la calle no hay ningún control de las chicas y sin los hoteles abiertos se exponen más a que haya problemas: “Aunque trabajamos en esto, sí llega a haber algún desquiciado que las quiera violar y hasta las mate, no hay ningún control de salubridad, por eso pedimos que nos reabran los hoteles o que nos dejen en una calle, pero que haya un control de salubridad, más que nada porque es mucho riesgo”.
Perla no trabaja en las calles
Por su parte, Perla aseguró que así como viven la situación diaria con la policía y a raíz de que cerraron los hoteles: “Yo no trabajo en la calle, hago servicio cuando me llaman los clientes; trabajo en el centro, pero nunca me ha tocado que me persigan, nunca me han llevado en operativo, soy de los pocos casos afortunados que no les ha tocado, no salgo a la calle, yo soy de aquí de Puebla y mi familia no sabe a qué me dedico, entonces es muy arriesgado para mí salir a buscar trabajo en la calle”.
Ante eso, afirmó que está dispuesta a seguir si llegaran a abrir los hoteles: “Pero en la calle no, porque es muy arriesgado, te pueden golpear y te pueden matar, pero adentro de los hoteles te daban un servicio y te protegían, te prestaban una habitación y nos cuidábamos las unas a las otras, porque si alguna tenía un problema en el cuarto, ahí estaban las compañeras y ahora no, ahora quién te va a cuidar, nadie, tú sola tienen que ver cómo te cuidas”.
La policía es persecutora
Y aunque reiteró que hasta el momento no tiene problemas con los policías, Perla afirmó que los cuerpos de seguridad en la ciudad de Puebla toman actitudes persecutoras: “Yo por los comentarios que he escuchado, sí, hace rato, en la 14 Poniente estábamos platicando y se acercaron y nos dijeron: ‘¿qué, ahora ya tienen sus reunioncitas?, sí siguen así nos las vamos a llevar a todas detenidas’”.
Por eso afirmaron que existe hostigamiento permanente en contra de las sexoservidoras, algo que ya había pero que se incrementó a raíz de la marcha: “La marcha fue el parteaguas, porque nos dicen que los hicimos quedar mal ante el gobernador Moreno Valle, que ellos quedaron muy mal por culpa de nosotras”. Pero recordaron que solamente se manifestaron para que les reabrieran los hoteles.
“Ellos dicen que no, que los hicimos quedar muy mal y por eso nos andan persiguiendo, pero creo que no es justo”, afirmó Estrella.
A raíz del hostigamiento y la persecución que sufren de manera permanente, coincidieron Perla y Estrella, varias sexoservidoras tomaron la decisión de ir a trabajar a los bares, pero para ellas eso es muy desgastante: “Tienes que tomar y aguantar a personas alcohólicas, les va mal ahí, por eso queremos que nos reabran los hoteles del centro de la ciudad, porque aquí nos garantizan seguridad y nos protegen”.
Violentan sus derechos sociales
Ante la situación que prevalece entre las sexoservidoras, el activista Brahim Zamora, director de Comunicación del Observatorio Ciudadano de Derechos Sexuales y Reproductivos, afirmó que muchas decidieron ir a trabajar a otros municipios pero otras también se quedaron en las calles de la ciudad: “Son unas 170 que se quedan de manera independiente en el centro de la ciudad y lo hacen porque ven limitado el acceso al trabajo”.
Ante eso, reveló que la falta de preparación académica, la corta edad de algunas y la carencia de un lugar para ejercer su profesión de manera segura las obliga a colocarse en alguna de las calles del centro histórico de la ciudad de Puebla para prestar sus servicios, incluso reveló que “hay chicas que son detenidas porque son reconocidas por los policías en la calle, y dicen: a esta ya la detuve una vez entonces como está en la calle la remito, aunque no está trabajando, con lo que violan sus derechos ciudadanos”.
Desde la perspectiva de Brahim Zamora, la población debe estar alerta de que estas mujeres están en las calles del centro histórico, pero reconoció que ellas también son sujetas a diversas violaciones a sus derechos: “Por la misma condición que enfrentan desconocen a que tienen derechos y no saben cómo evitar ser sorprendidas por los mismos policías”.