El ayuntamiento del municipio de Puebla y el Gobierno Federal actúan de manera conjunta para evitar un tercer desbordamiento del vaso regulador del Puente Negro, así lo reveló el director de Protección Civil municipal, Gustavo Ariza Salvatori, quien agregó que para agilizar la desembocadura del agua acumulada en ese afluente del río San Francisco la Comisión Nacional del Agua (Conagua) envió a la capital del estado de Puebla una bomba Thompson, que permite expulsar hasta 160 litros de líquido por segundo.

Ante eso, el funcionario de la capital del estado de Puebla afirmó que con la llegada de esa bomba de agua, la cual fue enviada por la autoridad federal, se podrá retirar el agua que se mantiene estancada desde la noche del martes: “Este aparato permitirá retirar el agua estancada con el objetivo de que los brigadistas del área de Protección Civil ingresen a la zona a limpiar el vaso regulador sin ningún tipo de peligro”.

Ariza Salvatori informó: “Acaba de llegar de México una bomba modelo Thompson que mueve 580 metros cúbicos de agua por hora, eso quiere decir que mueve muchísima agua. Esto nos va a ayudar para empezar a bajar el nivel del vaso regulador y poder llegar a la obra de toma”. De tal forma que puntualizó que esa máquina puede mover 18 litros por segundo: “Es una cantidad muy grande que nos va a ayudar, precisamente, para bajar el nivel del agua”.

El funcionario del gobierno municipal dijo que la bomba de agua puede trabajar las 24 horas del día, aunque llueva, debido a que su propósito concreto es mitigar cualquier riesgo de desbordamiento, por lo que apuntó: “Yo creo que la maquina se quedará aquí una semana o el tiempo que nosotros la necesitemos”. Aclaró en relación con las acciones concretas que se toman para detener la contingencia meteorológica.

De manera paralela, Gustavo Ariza Salvatori afirmó que los trabajos de limpieza en la zona del vaso regulador del Puente Negro continúan hasta este momento, encabezados por los brigadistas de Protección Civil municipal y del Cuerpo de Bomberos, con el propósito de evitar un tercer desbordamiento que provoque nuevamente afectaciones en las viviendas asentadas en la zona, como sucedió el pasado martes.