Aunque para la delegación en el estado de Puebla de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) en la actualidad la parte más vulnerable puede ser el río Alseseca y el río Atoyac, en términos de la vulnerabilidad urbana, porque todo lo que viene desde San Pablo del Monte, Tlaxcala, y desde la junta auxiliar de San Miguel Canoa baja por esos cauces y ahí es un río muy estrecho que rápidamente sube su nivel, el titular de la dependencia, Germán Sierra Sánchez, recordó que “ahí hay una serie de colonias, como La Hacienda, Esfuerzo Nacional, Renacimiento, que históricamente se han estado inundando”.

En un análisis de las zonas de vulnerabilidad urbana que existen en la actualidad en el municipio de Puebla, el delegado de la Conagua dijo que por nombres, independientemente de las barrancas, que todas son afluentes de los ríos Atoyac, Alseseca y San Francisco, que a la vez son todos afluentes del Atoyac y por lo tanto del vaso de Valsequillo.

“Todas estas barrancas que bajan de La Malinche, fundamentalmente para el municipio de Puebla y la zona metropolitana, son las zonas de alto riesgo, porque todas finalmente bajan a la zona metropolitana y al estado de Tlaxcala”.

Estudios de vulnerabilidad urbana

Y aunque infirmó que serán los estudios de los expertos los que indiquen cuáles son las principales zonas de vulnerabilidad urbana en la actualidad, el delegado de la Conagua recordó que en este momento trabajan las delimitaciones de las zonas federales que están invadidas.

“Se lanzó una licitación y ya trabajan varias empresas, esta licitación no nada más es de zonas federales, sino que el entregable tiene que ir acompañado del número de viviendas y construcciones fijas que están asentadas en zonas federales o de riesgo y también el censo de la gente”.

Ante eso, recordó que según datos de los funcionarios del ayuntamiento del municipio de Puebla, son unas 700 familias las que están asentadas en zonas federales de carácter hidráulico, además de las que están en ductos de Petróleos Mexicanos (Pemex) y debajo de cables de alta tensión de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), pero ahora mismo a nivel estatal no tiene datos precisos.

El problema de la actualidad

Asimismo, dijo que el vaso regulador Revolución Mexicana, que fluye al vaso regulador del Puente Negro, “es donde está el problema ahorita”, también son vasos alimentados por las barrancas pluviales de La Malinche: “Lo que ha pasado en el Puente Negro es, hasta donde los técnicos nos ha explicado, que parece ser, lo que ha sucedido, no es que ya esté tapada nada más la obra de toma, sino que ya están tapados varios metros del colector que se conoce como el emisor San Francisco, son varios metros taponados con basura.

”Esta es la parte más delicada ahorita”, puntualizó el funcionario federal, porque reveló que está tapado y se apoya con dos bombas tipo Thomson, de 8 pulgadas, que desfogan más de 100 litros de agua por segundo.

“Con eso son suficientes y aunque no llueve directamente en la ciudad de Puebla, llueve en La Malinche y vuelve a inundar el vaso regulador, por eso es que es la zona más vulnerable, donde lamentablemente la basura es el problema, la obra está bien diseñada, bien hecha, pero por la basura, se taponea el vaso regulador”, puntualizó.

Lluvias hasta noviembre

Desde la perspectiva del delegado de la Conagua en el estado de Puebla, y de acuerdo con el pronóstico del sistema meteorológico nacional dado a conocer hace unas semanas, el pronóstico es que las lluvias continuarán hasta noviembre.

“El mes más lluvioso se espera que sea septiembre, pero de aquí a noviembre va a estar lloviendo y la actividad más intensa viene del lado del pacífico, porque ya está más del 65 por ciento de probabilidades que se consolide el fenómeno del Niño, lo que es el calentamiento superficial del agua del océano Pacífico, del Ecuador hacia el hemisferio norte; eso trae mucha más actividad, toda la actividad más intensa viene del lado del Pacífico, aunque también existe del lado del Golfo”.

Es por eso que reiteró que la alerta continúa hasta noviembre, que es cuando teóricamente terminan las lluvias, “así que falta mucha agua por caer” y los suelos están saturados y por eso después de la deforestación y la erosión que hay en todo el estado de Puebla vienen los desgajamientos y los derrumbes que ponen en riesgo a la gente, sobre todo a aquella que vive en las zonas más difíciles, que son las zonas federales.

Vulnerabilidad en el resto del estado

En el interior del estado, dijo Sierra Sánchez, tienen alertas en el río Pantepec, el río San Marcos, el Necaxa y el Apulco, que todos fluyen hacia el estado de Veracruz, que finalmente todos se encuentran en la sierra Norte, en la cuenca del Golfo centro y son las que más precipitaciones pluviales tienen, porque son escurrimientos del río Necaxa, donde derrama el sistema hidroeléctrico de Necaxa y eso incrementa su volumen.

En el caso de la presa de Mazatepec, que también es parte del sistema hidroeléctrico, operada por la Comisión Federal de Electricidad, cuando se satura, descarga al río Apulco, ahí hay zonas de producción que están más en riesgo, aunque también hay comunidades, pero sobre todo son zonas de producción las de más alto riesgo. Además, hacía la parte de la Mixteca está el río Nexaca, viene el río Tlapaneco, que escurre desde la sierra de Guerrero, ahí también hay zonas vulnerables, hay zonas vulnerables porque hay gente que está asentada adentro de los mismos ríos.

“Los márgenes son casi siempre secas, hay hasta cultivos y hay gente viviendo en el cauce, ya no afuera, nosotros hacemos las recomendaciones, que es lo que nos corresponde”, pero también depende de los ciudadanos, evitar los riesgos y retirarse de esas zonas, que ya saben, son de vulnerabilidad urbana.