Este 22 de agosto, una de las instituciones de educación superior más antiguas de Puebla cumplió 371 años de existencia: el Seminario Palafoxiano. Es el lugar y tiempo donde la Iglesia revive la experiencia formativa de Jesús a sus discípulos, quien, después de llamarlos y antes de enviarlos, les pidió un tiempo especial de “estar con Él” (Mc 3, 10). En el Seminario, a través de una formación integral —humana, espiritual, intelectual y pastoral—, se busca hacer que los futuros sacerdotes sean presencia y prolongación de la vida y de la acción de Jesús, Buen Pastor, a través de la predicación de la Palabra de Dios, de la celebración litúrgica, especialmente de los sacramentos, y guiando a la comunidad.


En México, los primeros obispos llenaron esta necesidad con los antiguos colegios catedralicios, hasta que en 1585 el Tercer Concilio Mexicano, convocado para estudiar y poner en práctica los decretos del Concilio de Trento (1564), estableció la obligación de fundar seminarios en cada diócesis. Entonces, don Diego Romano, obispo de Tlaxcala-Puebla, fundó el Colegio de San Juan Bautista, en 1604, donde ahora se encuentra la Casa de la Cultura.
Sin embargo, será hasta 1644, con don Juan de Palafox y Mendoza, cuando se fundara propiamente el Seminario Conciliar de San Pedro Apóstol, en el edificio que actualmente alberga a la Dirección de Turismo del Estado. El rey Felipe IV aprobó esta fundación mediante cédula real de 1647, y el papa Inocencio X la bendijo con la bula Supremi Nostri Apostolatus, del 22 de mayo de 1648. Más tarde, el mismo Palafox fundó el Eximio Colegio de San Pablo, para posgraduados, donando su biblioteca personal, que según Echeverría y Veytia contaba con 5 mil volúmenes y muchos instrumentos científicos de su tiempo, para servicio de los tres colegios y de todas las personas de la ciudad y del obispado. 
A mitad del siglo XVIII, el obispo don Domingo Pantaleón de Abreu estableció el Colegio de San Pantaleón para teólogos, en el edificio que hoy alberga al Tribunal de Justicia, fortaleciendo las cátedras fundadas por Palafox e incluyendo carreras civiles.
Después del despojo de 1867, el seminario se refugió en diferentes instalaciones, hasta establecerse en el exconvento de betlemitas, con la facultad de conferir grados académicos, fundándose la Academia Teojurista en 1885. En 1907, don Ramón Ibarra y González logró que el Seminario Palafoxiano fuera elevado por la Santa Sede a la categoría de Universidad Pontificia, con las facultades de Teología, Filosofía, Derecho Canónico, Derecho Civil, Medicina, Ingeniería y Lenguas Clásicas, hasta que en 1914 tropas carrancistas se apoderaron del edificio. Después de peregrinar por varias casas particulares, en 1917 el Seminario se instaló en el antiguo Colegio del Portalillo, a un lado del Teatro Principal. En 1919 se estableció en el antiguo colegio jesuita Del Sagrado Corazón, en la 9 Oriente número 5, hasta que el 6 de agosto de 1964, monseñor Octaviano Márquez y Toríz dispuso el traslado a su actual sede, en la 44 Norte y la avenida Morelos, en la colonia El Porvenir. 


Tiene Puebla 14 nuevos diáconos
Desde el pasado viernes 21 de agosto, 14 jóvenes del Seminario Palafoxiano recibieron de manos de monseñor Víctor Sánchez Espinosa, arzobispo de Puebla, el orden del diaconado. El diácono, aunque no recibe el sacerdocio ministerial, por la ordenación participa del servicio de Cristo, ayudando a los obispos y a los presbíteros, bajo la autoridad del obispo, puede bautizar, proclamar la Palabra de Dios, distribuir la Comunión, exponer solemnemente al Santísimo Sacramento y dar la bendición con él; asistir el matrimonio de los fieles, celebrar las exequias y bendecir. Los varones que reciben el sacramento del diaconado en vistas a ser ordenados sacerdotes deben ser célibes. En cambio, al diaconado permanente pueden acceder también hombres casados.

 

Los jóvenes ordenandos diáconos
•    Jesús Baylón Dorantes, Parroquia de San Juan Avangelista, Acatzingo.
•    Vicente Díaz Santiago, Parroquia de San Mateo Tlaixpan
•    Hugo Lino García Santiago, Parroquia de San Miguel Arcángel, Huahuaxtla.
•    Jesús Hoyos Rojano, Parroquia de Santa María la Asunción, Izúcar.
•    Artemio Fernández Reyes, Parroquia de San Pablo de las Tunas.
•    Erik Gómez Chacón, Parroquia de San Juan Bautista, Quimixtlán.
•    Artemio León Medrano, Parroquia de San Baltazar Campeche.
•    Adolfo Nolasco Martínez, Parroquia de Santa María la Natividad, Atlixco.
•    Marcelo Olivares Ubera, Parroquia de La Guadalupana, Atlixco.
•    Antonio de Jesús Pérez Mastranzo, Parroquia de San Pablo del Monte, Tlaxcala.
•    Roberto Romero Viveros, Parroquia de San Francisco de Asís, Atempan.
•    Miguel Sánchez Maldonado, Parroquia de San Andrés Chalchicomula, Ciudad Serdán.
•    José Fredy Sánchez Hernández, Parroquia de San Andrés Chalchicomula, Ciudad Serdán.
•    Caleb Luis de Cristo Rey, religioso de la comunidad de las bienaventuranzas, originario de Nuestra Señora del Camino.