El sector restaurantero poblano estima ganancias superiores a los 56 millones de pesos durante la temporada de mole de caderas que arrancará el próximo viernes 14 de octubre, en la que participarán 150 restaurantes afiliados a la Asociación Poblana de Restaurantes y Prestadores de Servicios (Apresac).

El tradicional platillo poblano tendrá un costo de entre 550 y 150 pesos, derivado de la zona donde los comensales acudan a degustar.

El presidente de la Apresac, Arturo Delgado Ramírez, lamentó que en algunos lugares de Puebla se venda mole de caderas pirata y no de huesos de caderas y otras partes de los chivos.

Explicó que el original mole de caderas del ganado cabrío es el que se matiza con un color café suave por los alimentos  que comen los chivos durante su recorrido por la Mixteca antes de ser sacrificados.  En contraparte, detalló que el mole pirata en algunas partes lo preparan con carne de ganado vacuno que no tiene mal sabor pero dista mucho de ser el original.

Delgado Ramírez ponderó que los 80 restaurantes participantes de Puebla capital prácticamente acaparan “en buen sentido” las ventas, mientras Tehuacán tiene 70 establecimientos registrados para el comercio del platillo caldoso de huesos de chivo.

“La calidad de los restaurantes poblanos afiliados a la Apresac no está a discusión como algunos otros de buena categoría que no están afiliados a nuestro sector”, aseguró.

Puntualizó que el turista nacional ya conoce la calidad del platillo poblano porque lo ha degustado por más de dos décadas. Pero detalló que seguramente el mole de caderas también se convertirá este año en una oferta que buscará el sector turístico.

El titular de la Apresac espera que este año se presente un reporte superior a los 30 puntos porcentuales.

Así, el sector restaurantero poblano con el mole de caderas tendrá la fórmula para mejorar sus estados financieros que este año han sido afectados por la crisis en la que navega México ante el fortalecimiento del dólar en el panorama mundial.

“El sector restaurantero poblano con los constantes movimientos del dólar a la alza sí sufre porque lo primero que se eleva en el cuadro de tarifas son las bebidas para evitar una subida de precios en los alimentos, que es lo primero que se trata de cuidar cuando hay movimientos económicos financieros”, explicó.

Destacó que la calidad de los alimentos en Puebla es de lo mejor que se puede encontrar a nivel nacional e internacional porque existen restaurantes de clase global que ponderan siempre al consumidor con productos de calidad.

Futuro incierto

Los movimientos del dólar frente al peso, acompañados con los gasolinazos, proyectan al sector de Apresac un panorama complicado para los últimos meses del año, pero sobre todo, durante el 2017.

Explicó que así como los propietarios o socios de restaurantes poblanos evitan afectar a los comensales con una alza en precios de los alimentos, la proyección para el próximo año se ve muy complicada por el encarecimiento de los productos.

Los incrementos del dólar, gasolinas y diésel, recienten en el alza de los insumos, pero como ahora no se sabe a dónde parará la situación económica nacional, se prevé un año 2017 lleno de nerviosismo.

El sector restaurantero poblano espera que el dólar pare su escalada ante el valor del peso antes que cierre el año para comenzar a ver planes hacia el futuro con el propósito de mejorar todos los aspectos que engloba un establecimiento de comidas.

Para el presidente de Apresac, el futuro de los restauranteros poblanos dependerá en gran medida de los estados financieros internacionales porque ahora más que nunca se han convertido en enemigos del sector.

La cocina poblana, insistió, espera pasar por momentos álgidos pero también por varios momentos buenos “no nos quejamos pero sí vemos un camino complicado por la situación (financiera) que vivimos”, remató.