Las ofrendas para conmemorar a los seres queridos en el Panteón Municipal lucen discretas pero son coloridas por los diferentes matices dados por las flores colocadas en las tumbas de las cinco secciones, donde existen más de 28 mil lugares entre capillas y lugares sencillos.

Fotogalería

Los elementos fundamentales de las sencillas ofrendas, pero amorosamente instaladas en el principal panteón poblano, constan de pintorescos altares (sencillos en su totalidad) adornados con flores, algunas tumbas y capillas lucen fotografías o retratos de quienes se han adelantado en el camino; las veladoras no pueden faltar porque son las que iluminan el camino de regreso del ser querido. Abundan hojaldras, rosquetes y pan de dulce, además de botellas con agua para saciar la sed del alma.

La bienvenida la dan las flores blancas, indispensables porque representan la pureza y el cielo, la flor de cempaxúchitl a la tierra y la morada el luto de los familiares.

Además, las velas con sus llamas representan la ascensión del espíritu; también significan luz eterna y, de acuerdo a las tradiciones mexicanas, guían el camino. Las cadenas de papel morado y amarillo que penden en algunos lugares significan la unión entre la vida y la muerte y el papel picado da colorido y hace alusión a la alegría de mantenerse vivo.

Como representación  del alma solitaria están los cirios, mientras que en algunos lugares huele a incienso que indica el paso de la vida a la muerte. Las frutas son la ofrenda que brinda la naturaleza a los difuntos y a los vivos.

Pero las calaveritas de azúcar son una costumbre autóctona que redondea ese sincretismo religioso muy mexicano; el agua es la vida que da energía para el camino del alma.

Las diferentes evocaciones de Cristo en capillas y tumbas son para dar bendiciones a todos los involucrados. En algunos lugares se aprecia un poco de sal para que el cuerpo no se corrompa, cuentan los ilustrados y también sirve para alejar a los malos espíritus de los difuntos. En algunas tumbas hasta rehiletes hay.

La muerte no se entiende como una ausencia ni como una falta de la persona, pero sí como una nueva etapa en la vida del difunto.

El operativo

En los 41 panteones municipales, la administración de Luis Banck Serrato ha dispuesto de efectivos de seguridad, ministerios públicos itinerantes, pipas con agua, garrafones de agua, sillas de ruedas para personas de la tercera edad y personal del DIF, además de rondines de bomberos.

El campo santo espera recibir a más de 190 mil personas durante los días de muertos, la cifra de visitantes pude incrementarse hasta los 250 mil en sus cinco secciones. El Ayuntamiento en su operativo para salvaguardar la integridad de los visitantes, también incluye a personal de protección civil, paramédicos y personal del Ceri.

La secretaría de Seguridad Pública y Tránsito Municipal desplegará un operativo de elementos policiales para vigilar las inmediaciones de panteones, ‘corredores gastronómicos’ e iglesias.

La dirección de Tránsito Municipal efectuará dispositivos viales en los panteones con mayor afluencia para agilizar la movilidad, evitar dobles filas y autos estacionados en lugares prohibidos.

El principal panteón de los poblanos abrirá sus puertas a las ocho de la mañana y cerrará aproximadamente después de las 19:00 horas de la tarde-noche. Los encargados del panteón cerrarán las puertas hasta que salga el último visitante que no será apurado, indicaron los vigilantes.