Han iniciado investigaciones contra jefes y personal administrativo del Hospital del Niño Poblano (HNP) por supuesto hostigamiento laboral, tras el suicidio de una médico pediatra.

En rueda de prensa donde no se admitieron preguntas, la directora del nosocomio, Enedina González, admitió que han iniciado las indagatorias.

La médico sólo llevó a cabo la lectura de un comunicado, donde señaló que existe indignación y molestia por parte de la familia de la joven que se suicidó el 16 de mayo por la publicación de la carta póstuma.

De este modo, lamentó el deceso de la joven Estefanía Figueroa, al afirmar que brindaron el apoyo posible a la familia, con un acompañamiento personal del hospital.

Además, en un acto de solidaridad, realizaron una colecta para coadyuvar con los gastos de trasladado del cuerpo a la Ciudad de México y funerarios.

Los familiares han externado su desconcierto e indignación por el contenido de la carta póstuma, exhortarlos a dar un tratamiento sensible y respetuoso a la situación”, dijo.

Asimismo, Enedina González sostuvo que la carta póstuma no hace mención de ninguna situación de maltrato u hostigamiento laboral.

Sin embargo, dijo que los Servicios de Salud y la Administración del Hospital del Niño Poblano se han dado a la tarea de reunirse con el personal para iniciar una investigación.

Por lo tanto, se pretende esclarecer si existe hostigamiento laboral y ejecutar acciones para que no se presenten y se denuncie.

Por su parte, el subsecretario  de Salud de la Secretaria de Salud del Estado de Puebla, José Antonio Martínez García, dijo que, para función de las residencias médicas en el estado, se emitió la Norma Oficial Mexicana 01/SSA3/2012.

Por lo tanto, dijo que la Secretaría de Salud cumple con la normativa que en ella se establecen las disposiciones generales, para el ingreso, permanencia y derechos y obligaciones de los resientes dentro de la Unidades Médicas.

Zyanya Estefania Figueroa Becerril, de 26 años de edad, se quitó la vida el pasado 16 de mayo en el departamento que compartía con una amiga en Avenida Real de Zavaleta.

Las protestas

Fuentes señalaron que se ha presionado a los médicos residentes de primero y segundo nivel, R1 y R2, para que firmen a la fuerza un escrito en el cual declaran que no han sido objeto de maltratos.

Pero no es la primera vez que hay versiones de este acoso, en junio de 2014, Intolerancia Diario documentó las condiciones con que laboraban los médicos residentes.

Aquella vez se desató una protesta que terminó bajo amenazas de denuncias penales por abandono de pacientes, repercusiones académicas y sanciones administrativas, con lo que los médicos se intimidaron y regresaron a laborar.

Más de 50 residentes pararon labores, al no ser respondidas sus demandas por las precarias condiciones en las que efectúan su trabajo.

Nos regañan, nos reprenden y ahora la verdad sí intimidan con las amenazas y es que hay mucho miedo en el hospital, sobre todo en enfermería que es una de las áreas más oprimidas, tienen miedo de que nos corran”, dijeron en entrevista.

Los doctores que por temor a represalias prefirieron omitir su nombre, señalaron que trabajan en las peores condiciones laborales, lo que repercute en los pacientes.

Los médicos tenían para dormir solo tres literas, dos para mujeres y una para hombres, en las que se tienen que turnar, sobre todo por las noches para descansar de las largas jornadas laborales.

Y es que un residente llega a trabajar diariamente de seis de la mañana hasta las 10 de la noche, sino hay alguna complicación y en caso de tener guardias trabajan 24 horas continuas.

En el pequeño cuarto de las doctoras, se encontraban las dos literas, junto a unos casilleros donde guardan sus pertenencias.