En el marco del Congreso Smart City, vecinos de Santa María Tonanzintla denunciaron que la comunidad ha sido afectada por la mala implementación de los proyectos de este tipo.
En rueda de prensa, presentaron pruebas periciales de la Procuraduría General de la República (PGR) concluyen que hubo afectación a la identidad con la construcción del llamado barrio Smart.
Acusaron al aún presidente municipal Leoncio Paisano Arias, contra quien defendieron la comunidad jurídicamente a través de amparos para parar el proyecto.
Mercedes Tecuapetla Quecholac, una de las integrantes, mencionó que les negaron la existencia de los actos reclamados. Por su parte, la empresa Smart City no ha querido dar respuesta al amparo a pesar de estar debidamente notificada.
Detallaron que ha logrado les sean otorgadas cuatro suspensiones definitivas del proyecto Barrio Smart, resolviéndose cinco recursos a su favor ante Tribunales Colegiados.
“Se suma a la verdad, la conclusión de los peritajes oficiales por parte de la PGR, los que contribuirán a darle una mayor visión al juez, de las afectaciones que se han causado en Santa María Tonanzintla”, señaló.
Recordó que el comienzo de la implementación del proyecto Barrio Smart, fue sin la consulta, participación y consentimiento de la comunidad.
De este modo se destruyó el patrimonio cultural, afectando con ello su identidad y autodeterminación.
Damos a conocer que el peritaje especial en materia de arquitectura realizado por personal de la PGR, determinó que existe una afectación a la identidad de la comunidad al retirarle, lo que llamó sus: elementos arquitectónicos simbólicos”, señalaron los integrantes de la Comisión de Ciudadanos de Santa María Tonanzintla.
El daño
El retiro y modificación de los elementos arquitectónicos que constituyen la plaza, altera la percepción y sentido de identidad de la población, toda vez que son elementos que expresan las costumbres y forma de vida de una comunidad, señala el peritaje.
La remodelación de la plaza no soluciona ninguna problemática social… sino que los habitantes lo perciben como una imposición por parte de las autoridades municipales.
En los informes rendidos por el Ayuntamiento de San Andrés Cholula se pretendió desvirtuar la procedencia del amparo argumento que Santa María Tonanzintla no es un pueblo indígena.
Por tanto, señalaron no tiene derecho a la consulta, negando la existencia de los actos reclamados.
Acusaron que la empresa Smart City no ha querido dar contestación al amparo, a pesar de estar debidamente notificada.
Por su parte, la perito en antropología social a cargo de la PGR, al hacer su investigación destacó que Santa María Tonanzintla es un pueblo indígena y fue afectada en su autonomía al realizar las obras concernientes al proyecto “Barrio Smart”.
Dicha périto, con base en una investigación de campo y documental, determinó que: “Santa María Tonanzintla fue una congregación indígena que se fundó en el año 1557.
“Cuentan los abuelos de la comunidad que Santa María Tonanzintla era una pequeña aldea construida por 12 casitas y cuando llegaron a 40 casitas se formó Tonanzintla”.
Actualmente Santa María Tonanzintla conserva su organización civil y religiosa (…) El pueblo se compone de tres barrios y cada año los tres barrios cumplen al servicio de la iglesia… en este caso los pobladores de Tonanzintla y ambas autoridades (civil y eclesiástica) reconocen que la explanada principal es el punto geofísico donde se delimita la jurisdicción de cada una de estas”.
En general la población se reconoce como pueblo indígena náhuatl, que aunque no se dio continuidad en la lengua se rigen por usos y costumbres.
Con respecto al proyecto Barrio Smart dice que: “Las personas entrevistadas manifestaron que por falta de información, las obras se realizaron sin tener conocimiento pleno la población de que se estaba realizando, dicho desconocimiento ocasionó un descontento al punto que la población se dividió.
Manifiestan que si se hubiese hecho la consulta previa como marca la ley, el recurso económico destinado hubiera sido aprovechado en beneficio a las necesidades que tienen la comunidad. Para la gente este cambio no embellece a la iglesia, sino todo lo contrario. Se percibe un espacio vacío.
Estos peritajes son parte ya del acervo histórico y cultural de Santa María Tonanzintla, al que se les sumaran otros estudios semejantes en próximas fechas, adelantaron.
Historia dañada
El documento señala que el templo de Santa María Tonanzintla data del siglo XVI, que es cuando se comenzó su edificación, se desarrolla en cuatro etapas de construcción.
La primera abarca la cúpula, sacristía, altar mayor y la estructura arquitectónica con la que cuenta en la actualidad.
La segunda etapa se desarrolló a finales del siglo XVII incluyendo la torre, cúpula, el crucero y una sacristía. La tercera etapa abarca la mayor parte del siglo XVIII, se completa el edificio tal y se amplía la nave.
La cuarta y última comprende los siglos XIX, en donde se realizaron los detalles finales.
La iglesia de Santa María Tonanzintla fue declarada monumento histórico el 11 de noviembre de 1933; cuenta con una gran relevancia debido a su exuberante decoración del estilo barroco popular mexicano realizado por indígenas de la época.
El puente, la cruz, la plaza y la iglesia representan los valores simbólicos de la localidad, al contener un alto valor social, -pues- los espacios públicos son diseñados como una expresión de quién los crea y se conciben como una apropiación social.
En el caso de Santa María, la plaza principal incluyendo los elementos urbano arquitectónicos como el reloj, puente, jardineras, empedrado, iglesia, entre otras.
Proporcionan identidad que permite reconocerla, ya que es el lugar que conserva la memoria de sus habitantes desde la perspectiva cultural, patrimonial y de elementos naturales.
De tal forma que una obra, espacio y/o elemento arquitectónico que exprese una forma de vida, un culto, concepto o una tradición y que además sea reconocida por generaciones posteriores, puede considerarse como un simbolismo arquitectónico, el cual representa un tiempo y lugar, haciéndolo único.