“No se rindan, sigan pidiendo justicia, que no exista impunidad”, advirtió Jorge Enrique Quijano Palacios padre de Ximena Quijano Hernández a la comunidad estudiantil de la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (UPAEP), durante el segundo día de protestas consecutivo por los asesinatos de Ximena y José Antonio Parada Cerpa, doctores de pregrado de Colombia; el alumno de la Universidad Autónoma de Puebla (UAP), Francisco Javier Tirado y el conductor de un vehículo Uber Josué Emmanuel Vital en Santa Ana Xalmimilulco, Huejotzingo.
En compañía de su esposa, Sonia Hernández Barreto, y de Angélica Leonor Cerpa y José Antonio Parada Fonseca, papás de José Antonio, acentuó, esto no puede suceder, “ustedes son niños cuídense por favor. No sean tercos, sean obedientes, cuiden de eso”, aconsejó a los universitarios.
“No se expongan, no crean que nunca les va a pasar (…) eso es mentira cuidado; cuídense mucho; los que conocieron a nuestros hijos, no se si alguien los haya conocido, gracias, los vieron llenos de ilusiones, de sueños como los tienen ustedes, ellos vinieron a su país, vinieron a salvar vidas, como muchos de ustedes se están preparando para ello”.
Subrayó que seguramente Ximena y José Antonio también salvaron la vida de delincuentes, “a cuántos les habrán salvado las vidas”.
Con la voz entrecortada, Quijano Palacios nuevamente pidió a los estudiantes estar alertas, apartarse del peligro, “cuídense por favor”.
En respuesta, los jóvenes corearon al unísono: “no están solos, no están solos”, los gritos estremecieron los cimientos de la universidad.
Bajo ese panorama, Angélica Leonor Cerpa, madre de José Antonio, nuevamente agradeció el apoyo moral de los estudiantes de la UPAEP y UAP.
“Quiero dar las gracias, nuestros hijos, se enamoraron de México, pero tenemos la convicción y plena seguridad, que ustedes vayan a pronunciarse en contra de eso, los asesinatos, que no les vaya a pasar a ninguno de ustedes, y que no le pase a ninguna otra persona”.
Acentuó que se llevan el recuerdo más bonito de Puebla, “ustedes”, al reiterar que José Antonio y Ximena, siempre contaron de la calidez que recibían de sus compañeros.
“Ellos nos lo dijeron, que ustedes eran muy buenos y son el recuerdo más bonito de nuestro hijo, gracias a los que estuvieron con ellos porque ustedes los hicieron muy felices, gracias”.