Ante la falta de unión entre el gobierno estatal y municipal para desarrollar acciones contundentes entre los ciudadanos, la situación de la pandemia del Covid-19 se les fue de entre las manos y ahora el comercio formal que paga impuestos parece ser el ilegal, advirtió José Juan Ayala Velázquez al anunciar que "torearán" pero con ventas en línea, telefónicas y pedidos de entrega afuera de los negocios para sobrevivir.

Priorizó que 500 negocios esenciales se reactivarán para evitar ser parte de los mil establecimientos cerrados definitivamente, que arrojaron una cifra superior a los cuatro mil empleos perdidos, pero la verdadera recuperación económica se normalizará alrededor de 18 a 24 meses.

Recordó que suman 115 días los negocios cerrados del Centro Histórico, provocando falta de liquidez y de insolvencia, pero aún así se niegan a morir sin por lo menos intentar perdurar para generar nuevas fuentes de empleo.

Precisó que el esquema de trabajo permitirá tomar oxígeno y evitar clausuras de negocios y pérdidas de empleos.

Ante ese panorama, estimó que la administración municipal debió reabrir las 80 calles cerradas y no únicamente la reapertura parcial de tres accesos al Centro Histórico.

Lamentó que la autoridad condicione la permanencia con el pretexto de volver a cerrarlas en caso de generarse aglomeraciones de ciudadanos porque en cualquier momento las cerrarán.

Bajo ese contexto, subrayó que la amenaza del gobierno estatal de clausurar los negocios que abran porque no existen condiciones sanitarias para la reactivación, refleja la falta de coordinación entre ambas administraciones.

En ese marco, refrendó que la única del comercio establecido es "torear" porque la economía no está en condiciones de pagar multas o clausuras costosas, derivado del paro de 115 días en el que han registrado pérdidas económicas que ya obligaron al cierre definitivo de mil comercios.

Puntualizó que existen comercios que están cerrados, pero tienen a una persona afueras de los negocios para atraer a los clientes, pero aclaró que esa acción no es trabajar libremente sino con reservas para evitar sanciones.

Ayala Velázquez refrendó que la estrategia para evitar las sanciones de las autoridades, refleja la desesperación de los propietarios para evitar la quiebra de sus negocios.

"Ahora da la impresión de que los ilegales somos los comerciantes establecidos que siempre generan espacios laborales".

Pormenorizó que han optado por trabajar con media cortina abajo, otros cerrados, pero con la puerta pequeña abierta, algunos buscan atraer clientes y unos más están al pendiente de los operativos, esa no es la forma de dejarlos trabajar.