Miles de poblanos al puro estilo de los muertos vivientes de la célebre serie The Walking Dead prácticamente hicieron suya la 5 de Mayo y las calles 6,8,10,12 14 y 16 Poniente-Oriente. Pero la mayoría sin las previsiones necesarias para evitar contagios masivos de Covid-19.

Las imágenes de personas en su mayoría con cubrebocas contrastó con las calles aledañas a la 5 de Mayo porque el ánimo de salir del confinamiento es más poderoso que el mantenerse en casa 

Familias completas marcharon como zombies vivientes en rebaño. Los padres no estaban pendientes de sus hijos que al sentir los estragos de las altas temperaturas se bajaron la mascarilla arriesgándose a contagiarse de SARS-CoV2.

Además, varios mozalbetes decidieron comer sus helados o frutas bien contaminadas de parásitos por comprarlas con los ambulantes en las bancas de la 5 de Mayo, arriesgando la vida por un contagio impensable.

Esas imágenes de descuido colectivo contrataron con las de visitantes en turibuses sobre la 2 Sur entre Juan de Palafox y Mendoza y la 3 Oriente. Los turistas portaban sus cubrebocas y hasta alcohol en aerosol para rociar a su paso al descender y caminar por el Portal Morelos. 

 

 

La autoridad municipal ante la inundación de personas en el zócalo la víspera decidió cerrar el zócalo con vallas.

Es el primer domingo de la contingencia sanitaria que por primera ocasión no se observó a ningún ciudadano sentado en las vetustas bancas verdes y en la plancha para comer o tomar un refresco. 

Los elementos de Protección Civil y Gestión de Riesgos y Gobernación, cerraron el zócalo la noche del sábado 31 de octubre, previo a la festividad de Todos Santos.

El cierre peatonal se presentó desde la mitad de la Avenida Reforma entre 3 Sur-Norte y 5 de Mayo, además de la zona de Palacio Municipal. Pero los ciudadanos sí podían ingresar a los Portales para consumir en algún restaurante o cafetería. 

El índice de contagios de los próximos días será básico para esperar un segundo cierre de actividades comenzando el 2021.