Después de cuatro meses cerrado por rehabilitación, en compañía de una inversión de 10 millones de pesos, la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu), entregó el zócalo al Ayuntamiento. 

Ante ese panorama, Claudia Rivera Vivanco recordó que el proyecto de intervención original iba a ser mayor, pero por la falta de permisos que no obtuvo la dependencia Federal, no se pudo intervenir al 100 por ciento. 

Priorizó que las críticas recibidas por el trabajo en lajas y escalones dañados son dirigidos, "están enterados que el programa de embellecimiento y rehabilitación, es de la iniciativa del gobierno Federal con la supervisión del INAH". 

“El proyecto original era mucho más grande, era una rehabilitación profunda para evitar los desniveles que se están causando a la plancha del zócalo y otras zonas de manera más profunda, al final se acordó en que este modelo fuera una intervención menor y el monto económico cambio”.

Valoró el trabajo por los especialistas contratados por Sedatu y del INAH, pues aseguró que después de cinco décadas no había trabajos de recuperación de las esculturas y mobiliario de la plaza de armas.

En ese contexto, el director del Implan, Gerardo Ríos Bermúdez refrendó que esta área de la ciudad nunca tuvo un trabajo de mantenimiento y, cuando se realizó, se perjudicó el trabajo que la Federación pretendía desarrollar. 

“En la historia nunca se había hecho una intervención así, con especialistas, era mantenimiento pero habían perjudicado en la historia nos pretenden reflejar”.