Si al principio de la temporada Guadalupe-Reyes, la más esperada por el comercio formal, proyectaba que uno de cada 10 personas que caminan por las calles del corazón de Puebla entrará a comprar, las bajas ventas vislumbran dos compradores por cada veintena para alcanzar el panorama superior a 55 puntos porcentuales. 

El presidente del Consejo de Comerciantes del Centro Histórico, José Juan Ayala Velázquez espera que la situación mejore estos últimos tres días de 2021. 

Recordó que la pandemia generada por el Covid-19, desde el fatídico 2020, ha derivado en una crisis económica que se refleja en la carestía. 

Los elevados índices inflacionarios, recordó, se notan en los elevados precios de todos los productos de la canasta básica. Consideró que posiblemente este factor incida en que los ciudadanos ahora prefieran caminar y observar los aparadores en lugar de comprar. 

Refrendó que la población tiene miedo a quedarse sin recursos para empezar la llamada "Cuesta de enero", que en esta ocasión, los especialistas proyectan como la más complicada de sortear en las últimas dos décadas. 

En contra parte valoró que este año atípico por la inesperada afluencia de visitantes nacionales y globales se note en la recuperación de otros sectores como el hotelero y restaurantero de la Angelópolis.

"Realmente este año es atípico como el 2020, año del surgimiento de la pandemia del Covid-19, realmente no esperábamos una gran cantidad de personas visitando a Puebla, pero es positivo también porque las personas vienen a consumir y esto aporta a la recuperación económica de la ciudad."

Bajo esa perspectiva, subrayó que las unidades económicas aún tienen posibilidades de recuperarse hasta un 20 por ciento, pero, refrendó que el comercio formal nunca llegará a recuperarse al 100 por ciento, protección que alcanzarán por lo menos en los próximos ocho meses, si no hay restricciones nuevamente por el Covid-19. 

"La verdad estamos en un momento muy atípico y lo único que estamos esperando es llegar a enero con nuestros negocios abiertos; así está de complicada la situación porque sí hay mucha gente caminando pero no entra a establecimientos a comprar y lo poco es para que también no se pierdan más empleos porque sería un daño a futuro a la economía.”

Ayala Vázquez recordó que “el fin de semana más barato del año” se extendió para no generar aglomeraciones y sumar a la comercialización de los diferentes giros comerciales; pero confió en que al final de esta temporada si alcancen el 20 por ciento.

“La verdad es que se le está apostando muchísimo porque tenemos la necesidad de generar ventas para no perder negocios o empleos que es lo más importante, pero creemos que a partir de esta etapa y hasta el cinco o seis de enero tendremos un cierre de temporada importante, ojalá la gente responda porque generariamos una cadena virtuosa de consumo”.

Reveló que durante el primer día  el porcentaje de ventas por muy poco llega al 40 por ciento, el segundo día a 20 por ciento y pero no logran detonar a más puntos porcentuales por la difícil situación económica del país. 

El dinamismo económico en las calles del llamado corazón de Puebla deberá reflejarse en esta ocasión porque en los últimos años, dijo, lamentablemente se frenó por los amagues de saqueos del 5 de enero del 2017 y por el terremoto del 19-S de ese mismo año.