Las manecillas del mítico reloj El Gallito han regresado a su sitio para marcar nuevamente las horas, minutos y segundos de la historia de la Angelópolis.

El reloj de El Gallito donado por la comunidad francesa radicada en Puebla, el lunes 27 de septiembre de 1921, para conmemorar la celebración del centenario de la independencia de México.

Ni los terremotos de junio de 1999, ni el par ocurridos el siete y 19 de 2017, lograron detener el cadencioso ritmo armónico del reloj, localizado en la esquina de la 11 Sur y Avenida Reforma.

Foto: Cristopher Damián
Foto: Cristopher Damián

El gran terremoto del séptimo mes de 1999, únicamente logró que El Gallito volará a tierra firme a donde fue encontrado para instalarlo nuevamente en su lugar.

Las autoridades del Ayuntamiento poblano, integraron a El Gallito de herencia francesa a la carpeta de dos mil 619 monumentos que convencieron a la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) para declarar a Puebla como ciudad Patrimonio de la Humanidad.

Además la obra de arte forma parte del panorama urbano del Paseo Bravo, inaugurado en el añejo 1840.

Después del mantenimiento esencial a sus piezas de la parte interna del reloj y las manecillas del reloj de El Gallito por especialistas de la prestigiosa relojería global El Centenario de Zacatlán a cargo de Javier Díaz, regresaron la parte vértebra del monumento para que con su silencio tic-toc, mantenga informada a poblanos y a turistas, sobre la hora exacta de Puebla y del tiempo del centro de México.

Además después de cuatro meses en el taller para su reparación, vuelve a lucir al 100 por ciento, el reloj histórico marca Omega de Palacio Municipal.