Después de advertir que "Dios y el tiempo abrirán caminos" en su futuro político, el alcalde Eduardo Rivera Pérez refrendó ser un hombre de lucha que está listo para dar cara a las batallas que vengan.

Durante su primer informe de gobierno en el Centro de Convenciones de San Francisco, insistió que únicamente está concentrado en dar buenos resultados para mejorar la calidad de vida de los poblanos.

Acompañado por exgobernadores, rectores, los dirigentes nacionales del Partido de la Revolución Democrática (PRD), Jesús Zambrano, y del Partido Acción Nacional (PAN), Marko Cortés, además por los locales de la alianza, subrayó que en política los tiempos cambian cotidianamente, pero está preparado y listo.

Recapituló que seguirá concentrado y, para quienes pregunta sobre su futuro, insistió que los tiempos y las circunstancias cambian constantemente y las luchas también.

"Un buen político debe estar preparado por los retos por venir, soy un hombre de lucha que está listo para enfrentar las batallas que vengan. Dios y el tiempo abrirá los caminos y ustedes tendrán la última palabra”, priorizó.

Valoró que el gobierno de la ciudad llega al cierre del primer año de gestión más fuerte y más unido, al lado de los ciudadanos y está preparado  para resolver el panorama que venga en Puebla.

Acompañado por el gobernador Luis Miguel Barbosa Huerta, como invitado principal a su informe, pidió su apoyo para mantener el trabajo conjunto, sin importar los comentarios que intentan ponerlos a pelear.

Aunque también reconoció la existencia de diferencias, como ocurre en cualquier relación, pero todas se solventan por el objetivo común que mantienen en beneficio de la población.

Refrendó que, a pesar de las diferencias, han logrado hacer acuerdos por el bien de Puebla, por ser políticos profesionales, además de la amistad que suman desde hace varios años y saben ponerse de acuerdo, sin perjudicar a la población.

Rivera Pérez ejemplificó que derivado de esa gran relación, han logrado coordinarse en puntos torales como la seguridad, el reordenamiento del Centro Histórico, el arribo de 50 millones de pesos para obra pública consistente en relaminación de calles; además de solventar el abasto del agua para los ciudadanos.

Pero así como reconoció el éxito de programas, también precisó que en seguridad pública, Puebla no es ajeno al panorama nacional, al indicar que México suma medio millón de asesinatos en las últimas dos décadas.

Calificó a la inseguridad que se vive en territorio nacional como una verdadera tragedia, al puntualizar que se deberá abrir un debate claro para apoyar el fortalecimiento de las policías municipales y estatales.

Finalmente, aclaró que el panorama se podrá revertir con la participación de todas y todos los ciudadanos en un trabajo conjunto de la recomposición del tejido social.