Durante este tercer viernes de cuaresma los creyentes literalmente desbordaron su fe ante el Señor de Las Maravillas para pedir con los ojos inundados con agua salada que rodaba por sus rostros dolientes, el milagro que ponga en paz su existencia en medio de esta pandemia del Covid-19, que en el cierre de su segundo año y principio de su tercer aniversario es benévola

Miles de cristianos provenientes de varios estados de México y algunos connacionales que diariamente se la rifan en sus trabajos en los Estados Unidos, que andan en sus holidays, se arremolinaron en los alrededores del exconvento de Santa Clara en donde habita el señor que todo lo puede para rezar, santiguarse de hinojos y pedir por el bienestar de sus seres queridos que  viven en esta milenaria Angelópolis fundada y reconocida como ciudad por la reina Isabel, la católica

Los milagros aseguran los cristianos existen cuando se piden de corazón, sobre todo por una obra buena como proteger y salvar a la humanidad y a los poblanos de esta pandemia que mantiene en jaque a los humanos

Niñas, niños, jóvenes, personas de mediana edad y ancianos no ocultaron el fervor que ha distinguido a la Puebla milenaria, premiada con la visita de San Juan Pablo II en la década de los 70’s.

Foto: Cristopher Damián
Foto: Cristopher Damián

Las mañanitas también se escucharon a lo largo del día en que los creyentes buscan a su santo patrón para rendirle culto y pedir por un mejor panorama social no solo en Puebla sino en sus municipios o localidades, pero también alrededor del mundo para evitar una tercera guerra mundial que no se vislumbra tan lejos por el apoyo de varios países a Ucrania en su guerra contra Rusia.

Una señora que rezaba en la entrada del exconvento de Santa Clara también pedía por qué ese fantasma y una posible guerra mundial se vaya porque dijo "nosotros qué culpa tenemos y no sea que un día enloquezcan y comiencen a aventar bombas nucleares".

Pero la mayoría de los cristianos que creen ciegamente en el Señor de Las Maravillas pedían porque siempre los ayudara para mantenerse sanos y no caer en las garras de cualquier enfermedad, menos en las del SARS-COV-2.

La fe mueve montañas y cada uno de los cristianos que se acercaban más santiguarse ante la imagen de su pastor y espiritual, mientras rezaban también con una vela que pasaban por su cuerpo la prendían para llevarla a la zona segura del templo para evitar algún incidente como ocurrió en el pasado.

 

 

Al Señor de Las Maravillas no solo lo visitan los sacerdotes de cualquier orden religioso sino también empresarios y hasta artistas muy queridos por el público.

Así los devotos calman a su espíritu, al reconfortarse con el que todo lo puede, con el que no tiene barreras para realizar los milagros solicitados.

Los cristianos llegan a ponerse a mano con quien subieron una conversación silenciosa días atrás o semanas atrás o años atrás para recuperar la salud y ahora están sanos.

En ambiente de fiesta los mariachis llegaron hasta entrada a la noche para entonar Las Mañanitas para cumplir la petición de un creyente o de los propios charros que con sus instrumentos entonan la melodía más conocida en todo el mundo.