Las situaciones difíciles y complejas que vivimos en territorio nacional son reflejo de este mundo que actualmente está convulsionado, lastimado y enfermo, expresó el Obispo Auxiliar de la Arquidiócesis poblana, Tomás López Durán, al dar inicio a la Cuaresma con el Miércoles de Ceniza.
Desde la Vasílica Catedral Metropolitana de Puebla, subrayó que la comunidad no debe rendirse a ningún poder terrenal, únicamente al poder de la misericordia, el poder de la gracia que transforma y renueva todo lo que se ha caído; especialmente en este día, con un gesto de humildad y sencillez, al recibir la ceniza, símbolo de renovación y de unión.
“Estamos iniciando este tiempo penitencial, tiempo fuerte, tiempo de gracia y lo hacemos con un signo penitencial que involucra el corazón; no quedarnos encerrados, sino abrirnos para mirar a la otrs persona como al prójimo, como al que está cercano, si lo miramos, vamos a descubrir que mi apoyo, mi atención, mi cuidado; es la misión de compartir lo que yo tengo”.
Pidió alejarse de la injusticia, mentira y maldad, con una nueva actitud renovada en Dios,que ofrece caminos de esperanza y de vida.
Desde las primeras horas de este miércoles cinco de marzo, cientos de poblanos visitaron los templos.
El Miércoles de Ceniza marca el comienzo de la cuaresma, tiempo litúrgico del calendario cristiano destinado a la preparación espiritual de la fiesta de la Pascua.
"Un mundo convulsionado profundamente lastimado herido y enfermo por causa del pecado estamos viviendo acá situaciones muy difíciles, muy complejas, pero en este tunel de oscuridad resuena una palabra de amor y una gran compasión del amor de Dios".
Además llamó a las y a los poblanos a transitar por el panorama de la justicia, de la verdad, de la fraternidad y de la paz, de la alegría y de la vida, armonizada con la hermandad, fraternidad y una profunda actitud de cambio para alcanzar el don de ayuda al prójimo.